Probamos las bechameles más populares del supermercado y hay una que gana por sabor y textura
La batalla de las bechameles: cuál es la mejor del supermercado según sabor, textura y calidad
En los estantes de cualquier supermercado español, la salsa bechamel se ha convertido en un básico para quienes buscan practicidad aunque sin renunciar al sabor casero.
Si bien no existe una “mejor” bechamel universal, algunas marcas destacan por su popularidad, naturalidad o relación calidad-precio. Entre ellas sobresalen Reny Picot, Central Lechera Asturiana, Santa Teresa y las marcas blancas del tipo de Mercadona, cada una con un perfil distinto y un público fiel.
La bechamel es una salsa de origen francés elaborada de forma tradicional con leche, mantequilla y harina, base de platos tan emblemáticos como las croquetas, los canelones o los gratinados.
Su éxito en versión industrial radica en la comodidad puesto que está lista para usar, homogénea y con una textura estable. Pero, como todo producto preparado, las diferencias entre marcas pueden ser notables.
Reny Picot, la favorita por su sabor y cremosidad
Reny Picot se mantiene como la bechamel más vendida en España. Su fama se debe a su textura suave y homogénea, tiene un sabor delicado que recuerda a la elaboración casera. Muchos consumidores la eligen por su versatilidad: se integra fácilmente en croquetas, lasañas o gratinados sin necesidad de ajustes.
La marca asturiana, reconocida en el sector lácteo desde hace décadas, ha sabido equilibrar muy bien la tradición y practicidad, ofreciendo un producto estable que responde al paladar del consumidor medio español. En catas domésticas y foros gastronómicos, suele ser valorada como la opción “segura” para quienes priorizan el sabor equilibrado.
Central Lechera Asturiana, la opción más natural
Por otro lado, Central Lechera Asturiana ha ganado terreno entre los consumidores del movimiento realfooding. Su bechamel puede presumir de estar elaborada con ingredientes 100 % naturales, sin gluten y sin aditivos artificiales. Esto responde a la creciente demanda de productos más saludables y transparentes, donde la etiqueta importa tanto como el sabor.
El resultado es una bechamel más ligera, con un toque lácteo más marcado y una textura que resulta menos densa que la de Reny Picot. Para quienes buscan una opción “limpia” y sin conservantes, es una de las más recomendadas del mercado.
Santa Teresa: calidad artesanal y sabor diferenciado
En una categoría más gourmet se encuentra Santa Teresa, marca conocida por su línea de platos preparados y su respeto por las recetas tradicionales. Su bechamel ha sido descrita por varios blogs gastronómicos como un “gran descubrimiento” por su enorme sabor muy equilibrado y consistencia casera.
Si bien su precio es algo superior al de otras marcas, su enfoque artesanal y la calidad de sus ingredientes la posicionan como una alternativa interesante para quienes buscan una experiencia más cercana a lo hecho en casa.
Marcas blancas: la opción práctica y económica
Las marcas blancas, sobre todo la bechamel de Mercadona, han ganado su propio espacio entre los consumidores. Elaborada con leche entera y especias naturales como ajo y perejil, esta versión económica resulta suficiente para un uso cotidiano, especialmente en preparaciones rápidas.
Si bien su sabor puede variar según el fabricante, suele ofrecer una buena relación entre precio y funcionalidad. Ideal para quienes buscan una solución práctica sin gastar demasiado.
La elección de la bechamel perfecta está en función de las prioridades del consumidor. Si lo importante es la popularidad y el sabor tradicional, Reny Picot encabeza la lista.
Para quienes priorizan ingredientes naturales y opciones sin gluten, Central Lechera Asturiana se impone como la más coherente. Si lo que se busca es un toque de exclusividad y calidad, Santa Teresa da una experiencia más artesanal. Y si la economía es el factor clave, las marcas blancas siguen siendo una apuesta sensata.
La “mejor” bechamel no es una sola puesto que depende de lo que cada consumidor valore más —el sabor, la naturalidad, el precio o la textura. Lo cierto es que la oferta actual permite elegir entre propuestas para todos los gustos, demostrando que incluso una salsa tan simple como la bechamel puede ser terreno de innovación y preferencia.