Probamos los pollos asados de Mercadona, Lidl y Carrefour, solo uno conquista por sabor y precio
En plena fiebre por la comida lista para llevar, este producto sigue marcando la diferencia
En los últimos años, el pollo asado de Mercadona se ha convertido en un fenómeno dentro de la categoría de comida que se vende preparada en España.
Disponible en la sección “Listo para Comer”, este producto ha conquistado el paladar de miles de consumidores así como ha marcado tendencia en el sector de los supermercados, obligando a competidores como Lidl, Carrefour y Alcampo a reforzar sus propias versiones del clásico asado. Pero ¿qué hace que el pollo de Mercadona destaque tanto frente a los demás?
El éxito del asado de Mercadona radica en su fórmula sencilla y efectiva como es un pollo entero, jugoso, especiado con ingredientes básicos y sin exceso de aditivos.
Su elaboración respeta la tradición —que está horneado lentamente hasta obtener una piel crujiente y una carne tierna— y se ofrece a un precio competitivo, entre 5,20 y 7,30 euros por unidad (el precio fluctúa por cuestiones de peso).
Esto lo sitúa entre las opciones más económicas del mercado. A diferencia de otros preparados, su etiqueta corta y su sabor intenso y casero han logrado conquistar tanto a quienes buscan conveniencia como a los que valoran una alimentación equilibrada.
Por su perfil nutricional, el pollo asado de Mercadona también obtiene buena nota. Rico en proteínas y con bajo contenido en grasas saturadas (si se consume sin piel), es una opción que encaja en dietas equilibradas.
Su versatilidad lo convierte en un ingrediente estrella en la cocina: puede servirse como plato principal, usarse en ensaladas, tacos, sopas o incluso en empanadas caseras. Esta capacidad de adaptación ha sido clave para su popularidad.
Otros pollos asados del mercado
Sin embargo, la competencia no se queda atrás. En los lineales de Lidl, el “pollo asado tradicional” destaca por su sabor más intenso, con un adobo a base de ajo, pimentón y hierbas provenzales que le otorgan un toque que resulta más mediterráneo.
Su textura es algo más crujiente y su aroma recuerda al asado de horno de leña. Aunque su precio suele ser algo más alto —en torno a los 5,99 euros—, muchos consumidores valoran su sabor que es más especiado, ideal para quienes buscan un toque más contundente en el paladar.
Por otro lado, Carrefour apuesta por la variedad. En su sección de platos preparados, ofrece pollo asado tradicional, con toque de limón o con barbacoa. Esta diversidad permite ajustarse a distintos gustos, aunque algunos consumidores señalan que su textura es algo más seca en comparación con la de Mercadona.
En términos de calidad-precio, Carrefour se sitúa en un rango medio, con pollos que rondan los 6 o 7 euros y porciones más adaptadas a consumidores individuales.
En Alcampo, la estrategia es diferente pues el pollo asado se prepara en el propio supermercado, lo que garantiza un producto recién hecho. Su punto fuerte es el aroma así como el sabor artesanal, ya que cada tienda ajusta los condimentos según la receta local.
No obstante esta variabilidad también puede jugar en su contra: algunos clientes destacan diferencias notables entre establecimientos, algo que no ocurre con la estandarización de Mercadona.
Si se compara en general Mercadona sigue siendo el referente por su equilibrio entre sabor, consistencia y precio. Mientras que Lidl gana en intensidad y carácter, Carrefour sobresale por variedad y Alcampo por su toque artesanal, todos tienen su público.
Además, el formato “Listo para Comer” de Mercadona ha reforzado la percepción de comodidad y rapidez en la compra. Los consumidores pueden adquirirlo caliente, listo para llevar, o envasado al vacío para conservarlo en casa, esto amplía sus usos y lo hace ideal para quienes buscan resolver una comida de tipo familiar sin complicaciones.
En tiempos donde el ritmo de vida exige soluciones prácticas sin renunciar al sabor, el pollo asado de Mercadona se consolida como vencedor de la competencia. Si bien Lidl, Carrefour y Alcampo mantienen su pugna por el segundo puesto, parece que, al menos por ahora, el trono dorado del pollo asado sigue teniendo un solo dueño.