Cádiz se despide del marisco de Joselito

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Joselito, esa pequeña tasca de la calle Cristóbal Colón de la capital gaditana que abrió sus puertas allá por 2014, ha echado el cerrojazo. Sus propietarios se despidieron de su fiel clientela durante el pasado fin de semana. Y con el cierre, Cádiz dice adiós al marisco de Joselito… un marisco que ha podido disfrutarse durante años y años en distintos locales de la ciudad. Ya no queda rastro de él.

La tasquita Joselito no es mítica, pero sí sus antecedentes: su árbol genealógico. Detrás, en el origen, está la Marisquería Joselito, un clásico que se inauguró en los años 70 del siglo pasado y que no logró hacer frente a la dura crisis de 2008, cerrando definitivamente en 2013.

La terraza que daba a Canalejas se mantuvo hasta el año 2017, pero también acabó echando el cerrojazo.

¿Qué quedó de Joselito? Pues la tasquita que abrió en septiembre de 2014 y que ha cerrado en el mismo mes de este año 2021. El local era nuevo, pero sus propietarios eran viejos conocidos: Jesús Alvarez Susi, hijo de José Alvarez Joselito, fundador de la marisquería Joselito y conocido con el nombre de El gamba, y su esposa Ana Pérez.

El establecimiento de la calle Cristóbal Colón era pues heredero directo de la Marisquería Joselito. Y ahora, en estos duros tiempos de pandemia de coronavirus, Susi se ha visto obligado a cerrar el negocio al no poder renovar el contrato de alquiler del local.

La tasca tenía una fiel clientela que no faltó este pasado fin de semana a la despedida. Tenía barra y tres o cuatro mesitas, no más. Desde la calle podía verse el expositor de mariscos e incluso se podía comprar a través de una ventana sin tener que entrar en el local. Cigalas, gambas, langostinos, quisquillas, nécoras, bocas de la isla… nombres propios que ahora pierden su sabor, al igual que sus conservas de Barbate y sus guisos.

Cádiz pasa de esta manera una nueva página con mucha historia.

Por otra parte, la marisquería y freidor La Viña cesará su actividad a mediados de este mes de septiembre tras 20 años de vida. Todo hace pensar, según han hecho público sus propietarios, que alguien tomará el relevo para seguir dando vida al negocio.