
Las redes hacen su magia: un tsunami solidario devuelve la ilusión a Azahar Lencería en Cádiz
Luisa González se muestra muy agradecida a todas las personas que han ofrecido su ayuda y han hecho pedidos a la tienda tras la publicación viral de su hija Marina

El pasado martes, Luisa González abrió su tienda en Cádiz como cualquier otro día. Regenta Azahar Lencería, un pequeño establecimiento situado en la céntrica calle Rosario de la capital que, como todos los de su clase, lucha por mantenerse a flote en un momento en el que las grandes marcas de la venta online dominan el mercado con puño de hierro.
Aquella tarde Luisa descubrió con sorpresa que, de repente, los seguidores de la cuenta de Instagram del establecimiento se habían disparado. Extrañada, lo comentó con su marido y el hombre por curiosidad entró a ver las estadísticas en tiempo real de la web de la tienda, www.azaharlenceria.com. Y entonces vio que “pasamos de tener tres, cuatro, cinco o seis personas por minuto a tener 200, 500, mil… no sabíamos nada”, explica a Cádiz Directo.
Fue al llegar a casa cuando su hija Marina les contó que era la responsable de aquel inesperado éxito, ya que un hilo publicado en la red social X se había vuelto viral alcanzando hasta hoy más de dos millones de visualizaciones. “Fue algo que ella hizo por su cuenta y de lo que le estaré eternamente agradecida”, señala Luisa.
La petición de ayuda de Marina para salvar el pequeño comercio de su madre desató una enorme oleada de solidaridad en las redes sociales y fueron cientos las personas que ofrecieron su granito de arena para ayudar en la supervivencia de un negocio que está cerca de cumplir 25 años en activo en la capital gaditana.
Luisa reconoce que “llevábamos unos días bastante agobiados, porque el comercio local cada vez lo tiene más difícil. Antes se luchaba contra otras tiendas del barrio o de la ciudad, buscando tener productos que no tuvieran otros para hacerte con tu propio público; hoy en día ya no es así y la venta es casi todo online. Es una selva en la que gana siempre el que más tiene”.
Gracias a la iniciativa de Marina “han subido los pedidos y hay mucha gente apoyándonos. Le estoy muy agradecida a todas las personas que se han puesto en contacto, que han ofrecido su ayuda, que han hecho pedidos y que se han acercado a la tienda en el día de hoy”, ha resaltado.
Luisa no pierde la sonrisa mientras envuelve uno de los encargos recibidos en las últimas horas y que prepara con mimo para su envío. “Le estoy muy agradecida a las redes sociales porque sirven para difundir un mensaje muy importante, y es que las pequeñas tiendas somos según se suele decir las que llevamos el país adelante. Nos tenemos que concienciar y saber que todos podemos poner nuestro granito de arena antes de recurrir a las cuatro mismas grandes empresas que gobiernan el mundo. Aquí van a poder conseguir un trato cercano y profesional, además de productos de calidad”, añade.
La dueña de Azahar Lencería muestra su preocupación por el futuro de la ciudad de continuar la deriva actual, ya que “por desgracia vivir en Cádiz se ha convertido en algo muy difícil. Las personas jóvenes no tienen oportunidades aquí y se tienen que ir fuera”. La constante pérdida de habitantes y el eco de la explosión turística en el mercado de la vivienda son losas cada vez más pesadas para la ciudad y que también afectan al pequeño comercio. A menos gaditanos menos tiendas, y a menos tiendas menos oportunidades para que afloren nuevos negocios y se mantengan los que sobreviven a duras penas a crisis y pandemias.
En el caso de Azahar Lencería, Luisa González subraya que “vamos a cumplir 25 años y me daría mucha pena tener que cerrar porque esto es mi vida. Lo hago con mucho cariño, vengo cada día aquí con muchas ganas de atender a los demás y de solucionar sus problemas”, remata. Gracias a la idea de Marina y a la magia de las redes, este pequeño negocio ha recibido un impulso quién sabe si vital para seguir subsistiendo. Y que dure, como poco, al menos otros 25 años.