"Pasamos mucho miedo, agredieron a mujeres y tiraron a un discapacitado de su silla de ruedas"

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Los aficionados cadistas desplazados ayer hasta el Carlos Tartiere reconocen haber pasado "mucho miedo" tras la llegada de algunos miembros de Symmachiarii,  grupo ultra del Real Oviedo, y empezar a agredir a los gaditanos que allí se encontraban.

"No pudimos recibir al autobús del Cádiz como hicimos siempre. Pasamos mucho miedo. Fueron los Symmachiarii los que vinieron con bengalas, tirándonos piedras y dándonos empujones arrasando con todo aquel que veían de amarillo", comenta un cadista que prefiere mantener su nombre en el anonimato.

Otro de los aficionados que lo vivió en primera persona fue Miguel Ángel Valdivia, quien señala que "de repente bajo el humo de muchas bengalas vinieron los ultras del Oviedo. Podían ser fácil unos 150. Y empezaron a tirarnos botellas, bengalas, tubos de humo... Han agredido a mujeres y hasta a un discapacitado. ¡Lo tiraron de su silla de ruedas!", lamenta ese aficionado amarillo.

En el mismo sentido se manifiesta Lourdes Segura: "Hemos pasado un momento muy malo. Han sido los ultras, agrediendo a personas mayores y niños", comenta.

No conformes con esto, los ultras volvieron a intentar agredir a los cadistas después de al partido. "A la salida han intentado liarla otra vez. Nos dejaron una hora retenidos en el Carlos Tartiere y se han venido para la puerta por la que teníamos que salir nosotros y han empezado a tirar botellas a las gradas". A su vez, denuncia que "la grada de Fondo Sur Alto del Tartiere tiene un balcón que da a las puertas de acceso. Ahí se han puesto los energúmenos estos a intentar tirar cosas para el balcón donde estábamos esperando nosotros para salir. Han tirado botellas hacia abajo, aunque los antidisturbios los han sacado sacado rápido de la zona", explica a CÁDIZDIRECTO otra aficionada cadista.

En su opinión, "ha estado mal organizado para ser un partido de alto riesgo", dejando a los peñistas del Cádiz desprotegidos ante agresiones de los aficionados rivales.

También se quejan de que, ya dentro del Tartiere, los dirigentes ovetenses colocaron unos altavoces donde fueron situados los mil cadistas con el volumen de música a tope para impedir que se escuchara a los aficionados gaditanos. "Nos dejaron sordos y acabamos con dolores de cabeza. Es la vieja táctica que ya nos ha ocurrido en otros estadios", se lamenta una de las desplazadas hasta Oviedo.

"La afición del Oviedo nos ha tratado fenomenal"

Eso sí, todos ellos dejaron claro que el ambiente en general con el resto de aficionados del Oviedo fue de hermandad y cordialidad. "La afición del Oviedo estuvo de chapó con nosotros, pero siempre están los cuatro descerebrados de siempre que empañan esto. En el momento de la trifulca esa de los ultras, aficionados ovetenses nos guiaron por dónde coger para salir por patas y entrar al estadio por nuestra puerta", explica Miguel Ángel Valdivia.

Por su parte, Lourdes Segura asegura que "el ambiente era muy bueno. Estábamos de lujo con cánticos las dos aficionados hasta que llegaron los ultras". En la misma línea se manifiesta otra aficionada: "Muy buen ambiente con la afición y la gente de la ciudad en general. También vimos muchos aficionados del Sporting animándonos a ganar", afirma entre risas.