
'Acción por la Basuraleza', el taller que convierte el reciclaje en una lección de vida para los mayores en Chiclana
Más de 100 mayores participan en una jornada pionera sobre reciclaje y Economía Circular en Chiclana

El Centro de Iniciativas Juveniles Box de Chiclana se ha convertido en el eje de una jornada dedicada al reciclaje y la Economía Circular, donde un centenar de personas mayores ha participado de forma activa en la iniciativa ‘Acción por la Basuraleza’, impulsada por la entidad tu-entorno y la Fundación Unicaja.
El encuentro, celebrado este 23 de octubre de 2025, busca reforzar y potenciar el compromiso ciudadano con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.
Durante la apertura, la delegada municipal de Mayores, María José Batista, destacó la enorme relevancia del proyecto, subrayando que Chiclana es la primera ciudad en acoger esta experiencia.
Batista recalcó que el principal objetivo es poder “concienciar a la ciudadanía de la importancia de reciclar, generar menos basura y ofrecer las herramientas necesarias para hacerlo correctamente”.
La iniciativa, sumó, pretende servir como punto de partida para extender este tipo de programas a otros municipios de Andalucía.
Daniel Castañeda, representante de la asociación tu-entorno, explicó el significado de la “basuraleza”, término que hace referencia a todos los residuos abandonados en espacios naturales a consecuencia de la actividad humana.
Al respecta indicó que “queremos que las personas mayores comprendan la gravedad de este fenómeno y se conviertan en agentes activos en la separación de residuos”.
Castañeda subrayó la necesidad de que este grupo de edad conozca aspectos prácticos como la clasificación de materiales, también de los colores de los contenedores y los tiempos de descomposición de los distintos residuos.
Un aprendizaje práctico sobre sostenibilidad en Chiclana
La jornada combinó charlas, talleres así como actividades participativas. El programa comenzó con la ponencia titulada “Limpieza y conciencia: actuando por el entorno”, en la que se abordaron los efectos del consumo desmedido y la acumulación de desechos sobre los ecosistemas.
Con posterioridad los asistentes participaron en un taller de limpieza del entorno y segregación de residuos, con la misión de aplicar los conocimientos adquiridos de forma directa.
A lo largo del día, los participantes también hicieron una dinámica grupal para analizar el tiempo de degradación de distintos materiales —tales como el plástico, el vidrio o las pilas— y reflexionaron sobre cómo sus decisiones cotidianas que tienen una incidencia en la salud del planeta.
Esta parte práctica permitió reforzar el mensaje principal y eje central de la jornada como es el reciclaje no solo reduce la contaminación, sino que también ahorra energía, protege los recursos naturales y ayuda a combatir el cambio climático.
Más allá de su dimensión educativa, la actividad se enmarca dentro de los esfuerzos por impulsar la Economía Circular, un modelo que impulsa la reutilización de los recursos y la reducción del desperdicio.
Según los organizadores, este tipo de iniciativas fomentan hábitos sostenibles entre los mayores, sino que también fortalecen el tejido social, al implicar a las asociaciones locales y a las instituciones públicas en la misma causa.
La Fundación Unicaja reafirmó el compromiso con la educación ambiental, llamando la atención que proyectos como este contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y potencian la relación entre generaciones en torno al respeto por el entorno.
En palabras de los organizadores tratarán de “crear valor en la sociedad a través del conocimiento y la acción directa”.
La jornada concluyó con una sesión de reflexión en la que los mayores compartieron experiencias personales y propuestas para reducir la “basuraleza” en sus barrios.
Entre las ideas más destacadas se habló de campañas de recogida selectiva en centros de mayores, talleres intergeneracionales con colegios y la creación de redes vecinales de reciclaje.
Con “Acción por la Basuraleza”, Chiclana avanza más en la lucha por un futuro más limpio y sostenible, demostrando que la conciencia ambiental no tiene edad y que cada gesto, por chico que sea, cuenta para proteger el planeta.