
Alquilaron un piso en la Playa de la Victoria en Cádiz y vivieron una pesadilla paranormal
Habían alquilado un apartamento en la primera quincena de julio de 2025 cercano a la Playa de la Victoria, uno de los puntos más populares de Cádiz para disfrutar del verano

Lo que comenzó como unas vacaciones que se presentaban como idílicas en la costa gaditana acabó por convertirse en una experiencia que Elena -de 31 años- y Enrique -de 37 años- tardarán en poder olvidar, experiencias paranormales de difícil explicación.
La pareja se trasladó desde Sevilla ha pasar unos días, habían alquilado un apartamento en la primera quincena de julio de 2025 cercano a la Playa de la Victoria, uno de los puntos más populares de Cádiz para disfrutar del verano.
"Nos había encantado el sitio", me decía Elena. "Era pequeño pero con mucha luz y con una terraza desde la que se escuchaba el mar. Todo iba bien los primeros días, hasta que empezamos a notar cosas raras".
La primera noche fue muy tranquila, estuvieron en la playa, almorzaron y cenaron fuera, pero a partir del segundo día, las cosas comenzaron a cambiar. "Lo primero que notamos es que apagaban las luces de la cocina de repente, como si alguien hubiera bajado el interruptor, es que sentías el "click" de darle al pulsador. Al principio pensamos que era un fallo eléctrico pero Enrique sabe de eso y no encontró ningún problema" recuera Elena.
No quisieron darle mayor importancia y lo atribuyeron sólo a un problema indefinido de la instalación eléctrica o del propio pulsador. "Si te pones ya a pensar, a las primeras de cambio, que hay fantasmas pues entonces mejor coges tus cosas y te vas" decía Enrique.
Más fenómenos inexplicables en el apartamento de Cádiz
Poco a poco, los fenómenos fueron acumulándose. Una noche, mientras veían una película en el salón, la pareja escuchó perfectamente unas pisadas que parecían venir del pasillo. "Nos miramos en silencio. Solo estábamos nosotros dos y sabíamos que la puerta estaba cerrada con llave", dice Enrique, "pero aquellas pisadas eran en el piso, no había ninguna duda".
El momento más inquietante fue el que vivió Elena una mañana mientras se duchaba. Ella me decía: "La mampara estaba empañada, pero vi una sombra moverse al otro lado. Creí que era Enrique, pero no respondió. Cuando salí envuelta en la toalla, no había nadie. Enrique había bajado a comprar y juró que no había entrado en el baño, pero yo vi la sombra perfectamente".
A partir de ese momento, la tensión y la crispación fue en aumento "por que no estábamos a gusto pero claro, ¿quién se va de un sitio que has pagado y dejas las vacaciones colgadas?".
La sucesión de hechos desconcertantes crecía a medida que pasaban los días, "se escuchaban vocecitas o había objetos que aparecían en lugares diferentes a los que habían dejado y una sensación constante de estar siendo observados, muy incómodo todo" y esto hizo que se empañaran sus días de vacaciones junto al mar.
"No somos personas supersticiosas ni creemos en fantasmas, es más: no me interesan para nada esos temas, pero hubo cosas que no podemos explicar", admite Elena. "Intentamos poner un poco de cordura a todo, pensar que era sugestión, que nos influenciaba el ambiente, pero que va, todo era como muy seguido, demasiado constante".
Aunque no dejaron el apartamento los días que pasaban en el interior del mismo no fueron los mejores "cuando mejor estábamos era en la playa y el tormento llegaba a la hora de la siesta o por la noche que no sabías que te podía pasar" decía Elena.
"Dos noches antes de dejar el apartamento, busqué información en internet y di con algunos artículos tuyos con casos similares en otros sitios y por eso me decidí a contártelo. No queremos perjudicar al señor que nos alquiló el piso pero aquello era de película de miedo y por eso acortamos un poco la estancia" decía Elena.
Enrique por su parte me indicó que informaron a la persona que les alquiló el apartamento sobre lo sucedido y "nos escuchó con respeto, pero no pareció sorprendido del todo de lo que le contaba y sólo dijo que "es la primera vez que me pasa o me llegan quejas" de forma muy seca", señala Enrique.
"No decimos que fuera algo sobrenatural, pero sí que fue real para nosotros. Fue tremendamente inquietante, desconcertante y nos ha dejado muchas preguntas sin responder, creyendo un poco más ya en estos temas" finalizaban.
*La imagen que ilustra el articulo es sólo referencial, no es en la ubicación del apartamento.