Niios en su casa en Rahovec, Kosovo
Niios en su casa en Rahovec, Kosovo. Foto. Facebook.

Apelan a la magia de las redes: Un joven de Kosovo busca a su 'familia gaditana' 24 años después

Niios, acogido en Cádiz durante la guerra de Kosovo, busca reencontrarse con quienes le dieron un hogar. Tiene unas fotos y una pista: «Creo que se llamaba Javi»

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Han pasado más de dos décadas, pero hay recuerdos que no se borran con el tiempo. Eso le ocurre a Niios Krasniqi, un hombre de 33 años originario de Kosovo, que tras 23 años busca reencontrarse con la familia gaditana que lo acogió en el año 2001, cuando era solo un niño. Hoy, desde su casa en Rahovec, recurre a las redes sociales con la esperanza de recuperar un fragmento de su pasado.

Fue uno de los muchos menores desplazados por la Guerra de Kosovo (1998-1999) que llegaron a Europa gracias a iniciativas humanitarias. En su caso, terminó en Cádiz, acogido por una familia local durante cuatro meses. No recuerda el nombre de la organización ni la dirección exacta del hogar, pero sí guarda en su memoria detalles sueltos y, sobre todo, el cariño de quienes lo recibieron.

En redes sociales, Niios ha compartido una fotografía en blanco y negro donde aparece junto a aquella familia. "Hola, estuve en Cádiz en 2002 a través de una organización desde Kosovo. Me quedé durante 4 meses y guardo muy buenos recuerdos", escribe en su mensaje. Añade pistas vagas pero sentidas: alguien llamado "Haby", una casa donde se cuidaban gatos grandes, tal vez una granja. Son recuerdos fragmentados, pero cargados de valor emocional.

Con esa información, y tras intentar sin éxito localizar el lugar en Google Maps, ha comenzado a publicar en grupos de Facebook, foros vecinales y páginas solidarias de la ciudad. Pide ayuda con humildad, sin estridencias, confiando en que alguien pueda reconocer la historia o a quienes aparecen en la imagen.

"No tengo idea de dónde se encuentran ahora", lamenta. La ciudad ha cambiado, las calles también. Pero su recuerdo sigue vivo, intacto. No se trata solo de hallar un domicilio, sino de cerrar un ciclo emocional. Es una búsqueda que va más allá de lo físico: es un intento por recuperar una parte esencial de su identidad.

Historias como esta ya han tenido finales felices gracias al poder de internet. No sería la primera vez que una publicación en redes consigue unir de nuevo a personas separadas por el tiempo y la distancia. Aunque por ahora no ha habido suerte, Niios no pierde la esperanza. No busca fama ni compensación, solo poder dar las gracias a quienes lo acogieron cuando más lo necesitaba.

Desde Rahovec, donde vive actualmente, observa las redes a diario con la ilusión de recibir alguna pista. Mientras tanto, se aferra a la fotografía que guarda como un tesoro. En ella, varios rostros sonrientes posan en una casa gaditana que podría estar en barrios como La Laguna, San Severiano o Bahía Blanca. Pero nada es seguro.

Si alguien en Cádiz reconoce la imagen, el nombre o los detalles, quizá pueda ayudar a escribir el final de una historia que empezó entre el dolor del exilio y el calor de un hogar gaditano. Una historia que espera su reencuentro. Una historia que aún está por cerrar.