
Colapso en Correos: Cádiz sufre graves retrasos en el reparto por falta de personal
CSIF acusa a Correos de ignorar las peticiones de contratación que sindicatos y jefes de unidades han realizado con mucha antelación

El servicio postal en la provincia de Cádiz atraviesa uno de sus peores momentos del periodo estival. La escasa contratación de personal en Correos ha provocado que miles de cartas y paquetes se encuentren amontonados en las carterías, sin poder ser entregados en plazo oportuno.
La situación, según denuncia la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), se repite en prácticamente en todos los municipios gaditanos amenazando con prolongarse durante septiembre.
Los retrasos afectan a envíos ordinarios, correspondencia administrativa, notificaciones oficiales e incluso a las importante citas médicas. En algunos casos, el tiempo de espera para recibir una carta puede superar los dos meses.
Los trabajadores que permanecen en activo reconocen que la carga de trabajo no es asumible. La plantilla afronta la mayor sobrecarga del año, en un contexto donde ni se cubren las vacaciones ni las bajas médicas.
La delegada de CSIF en Correos, Berenguela Rodríguez, advierte de que el estrés diario está poniendo en riesgo hasta la salud de los empleados.
Un “parcheo” que no resuelve el problema de Correos en Cádiz
CSIF acusa a Correos de ignorar las peticiones de contratación que sindicatos y jefes de unidades han realizado con mucha antelación. Cuando la empresa decide reforzar plantillas, lo hace tarde y con contratos parciales, de corta duración y sin planificación.
A esta dificultad se suma que buena parte del personal eventual ya se encuentra ocupado en otros puestos cuando, realmente, son llamados para cubrir bajas, lo que agrava el colapso en pleno verano.
Al respecto de ello Rodríguez explica que “la empresa está dando prioridad a la paquetería, mientras que los envíos ordinarios se amontonan desde junio en cajas sin clasificar”.
El panorama en la provincia es muy crítico puesto que en localidades como Olvera, de tres carteros en plantilla solo uno sigue operativo.
En Vejer, de siete trabajadores apenas tres son los que reparten. En Barbate, solo cuatro de los siete puestos están cubiertos.
La situación es similar en ciudades mayores. En la unidad de reparto número 1 de Jerez, de 51 carteros solo trabajan 24 de ellos.
En la número 2, 14 de 28. Sanlúcar registra 13 ausencias en un turno de mañana cuando debería contar con 27 empleados.
En Rota, de 12 trabajadores solo cuatro están activos.
En Algeciras trabajan 20 de los 39 previstos.
En San Fernando la plantilla se ha reducido a 11 de 34 carteros.
En El Puerto, de 30 empleados hay 18 en activo.
En Cádiz capital, de los 55 carteros previstos solo 28 están en servicio.
La tendencia, según explica CSIF, es “demoledora”. En muchos municipios las plantillas apenas alcanzan el 60% de su capacidad.
La situación no mejorará a corto plazo ya que septiembre es un mes de vacaciones según el convenio de Correos, lo que implica que entre un 10% y un 15% de la plantilla permanecerá inactiva.
Los contratos actuales no son suficientes para cubrir la falta de personal, y apenas paliarán un 10% del déficit, según las estimaciones sindicales.
La organización advierte que este problema no es nuevo y se repite año tras año. Rodríguez indicó que “la empresa no puede mirar para otro lado mientras empeoran las condiciones laborales y se deteriora de forma inaceptable el servicio que recibe la ciudadanía”.
CSIF ha reiterado la necesidad de un plan de contratación estable y suficiente, que permita cubrir tanto las vacaciones como las bajas médicas.
El sindicato recuerda que los responsables de las unidades cuentan con experiencia suficiente para prever estas situaciones, pero sus advertencias no han sido atendidas.
Mientras tanto, las oficinas presentan una imagen poco alentadora. Algunas aparecen casi vacías de personal, otras colapsadas con montañas de envíos acumulados desde julio.
Los trabajadores denuncian que este modelo de gestión condena a los usuarios a recibir tarde documentos básicos y erosiona la confianza en el servicio postal.
La organización sindical insiste en que la responsabilidad recae directamente en la dirección de Correos y exige una respuesta inmediata para evitar que el caos se prolongue durante el resto del año.