Asamblea de trabajadoras de limpieza de la UCA durante el encierro que mantienen hace tres semanas.
Asamblea de trabajadoras de limpieza de la UCA durante el encierro que mantienen hace tres semanas.

Denuncian a la empresa de limpieza y a la UCA por vulnerar la libertad sindical

Autonomía Obrera acusa a la empresa de intentar “silenciar” a las trabajadoras con advertencias disciplinarias y presenta una denuncia ante el Sercla

Actualizado:

Autonomía Obrera ha presentado una denuncia ante el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla), donde acusa a la empresa del servcio de limpieza de la Universidad de Cádiz (UCA), Itelymep, y a la propia UCA de intentar desactivar la movilización mediante comunicaciones internas “que criminalizan a la plantilla y dañan su honor”.

El dinicado ha acusado a ITELYMP de intentar “callar, intimidar y desmovilizar” a las trabajadoras del servicio de limpieza de la Universidad de Cádiz tras recibir un escrito interno en el que la empresa prohíbe expresamente la entrega de panfletos y comunicados sindicales dentro de los centros.

Para el sindicato, el documento supone una “amenaza directa” a un colectivo que lleva casi tres meses movilizado y constituye un ataque frontal a la libertad sindical.

El presidente de Autonomía Obrera, Manuel Bienvenido, sostiene que ITELYMP está actuando “como brazo ejecutor de la UCA”, después de que la universidad trasladara a la empresa una “queja formal muy grave” por la aparición de material informativo en despachos y zonas restringidas.

Según Bienvenido, la compañía responde a esa queja con “un escrito intimidatorio, desproporcionado y plagado de advertencias”, que acusa sin pruebas a la plantilla y que insinúa la aplicación del régimen disciplinario. “Es una maniobra para sembrar miedo. Ni es nueva ni es casual”, afirma.

El escrito de ITELYMP: prohibiciones y advertencias disciplinarias

En el requerimiento enviado a las trabajadoras, ITELYMP afirma que queda “terminantemente prohibida la realización de cualquier actividad ajena al servicio contratado”, una frase que, según el sindicato, apunta directamente a la distribución de comunicados, hojas informativas o panfletos sindicales dentro de los edificios universitarios.

La empresa sostiene que estas acciones estarían “provocando perjuicios” y que podrían acarrear consecuencias disciplinarias si continúan. Para Autonomía Obrera, el mensaje es claro: “intentar meter miedo a una plantilla que ya está golpeada por recortes de horas, sobrecarga laboral y salarios que siguen rondando los 900 euros”.

Manuel Bienvenido subraya que la legislación laboral permite a los comités difundir información sindical en los centros de trabajo mientras no se altere el servicio: “Lo que hace ITELYMP es mentir a sabiendas, porque conoce perfectamente la ley. Pero prefiere alinearse con los deseos de la UCA y endurecer la presión contra las trabajadoras”.

Autonomía Obrera denuncia en el Sercla un intento de “desmovilización”

El sindicato no se ha limitado a contestar por escrito: también ha presentado una denuncia ante el SERCLA, donde acusa a ITELYMP y a la propia UCA de intentar desactivar la movilización mediante comunicaciones internas “que criminalizan a la plantilla y dañan su honor”.

En la mediación, Autonomía Obrera reclama la retirada inmediata del escrito de ITELYMP, una rectificación pública dirigida a toda la plantilla y una indemnización de 30.000 euros por daños morales.

“Es intolerable que se intente presentar a las limpiadoras como un problema cuando llevan años sosteniendo el servicio en condiciones durísimas. Lo único que pretenden es defender su dignidad”, recalca Bienvenido.

Un conflicto que se agrava: tensión, presencia policial y encierros

Este nuevo episodio se suma a una cadena de tensiones vividas durante las últimas semanas: presencia policial en protestas en Cádiz y Puerto Real, bloqueos de acceso en edificios universitarios, enfrentamientos verbales con seguridad y múltiples acusaciones cruzadas entre UCA, empresa y sindicatos.

El colectivo mantiene encierros tanto en la Facultad de Filosofía y Letras como en el campus de Puerto Real y continúa denunciando recortes de horas, falta de sustituciones, sobrecarga laboral y un pliego de condiciones que consideran que “las condena a la miseria”.

“Primero recortan, luego criminalizan, y ahora intentan silenciarnos por escrito. No lo vamos a permitir”, dice Bienvenido. “La dignificación laboral no se logra bajando la cabeza. Y mucho menos aceptando amenazas”.