
Denuncian el caos en el servicio de ayuda a domicilio de Cádiz
La renuncia de la empresa Óbolo deja a 800 dependientes esperando asistencia tras años de espera, según IU

La renuncia de la empresa Óbolo a seguir prestando el servicio de ayuda a domicilio de Cádiz ha desatasado el caos en el mismo. IU Cádiz ciudad denuncia la grave situación en la que se encuentran hasta 800 personas dependientes de la capital.
Según la formación, la renuncia de la empresa Óbolo, encargada de prestar este servicio esencial, ha provocado un vacío que el Ayuntamiento, gobernado por Bruno García, no ha sabido resolver a tiempo.
Desde IU alertan de que estos 800 usuarios ya habían tenido que esperar casi dos años para que la Junta de Andalucía reconociera oficialmente su grado de dependencia y el derecho a recibir la prestación. Ahora, tras el abandono de Óbolo y la falta de medidas inmediatas por parte del Ayuntamiento, se enfrentan a un nuevo retraso indefinido que agrava aún más su situación.
La formación señala que este parón no solo afecta a las familias que ya tenían concedida la ayuda, sino también a las nuevas solicitudes que se han ido acumulando en los últimos meses y que seguirán llegando. En palabras de IU, la gestión municipal ha generado “un cuello de botella insoportable” que deja a cientos de hogares sin la asistencia mínima garantizada por ley.
La crisis no solo afecta a los dependientes, también al propio personal de la ayuda a domicilio. IU advierte que numerosos auxiliares han decidido abandonar la empresa debido a los impagos en sus nóminas, mientras que la incertidumbre hace imposible contratar nuevo personal.
Esta situación está produciendo un colapso en la concesión de nuevas altas y un empeoramiento evidente en la atención de quienes ya recibían el servicio. “El caos no solo lo sufren los usuarios, también los trabajadores que han perdido la confianza en una gestión marcada por la improvisación”, denuncian desde IU Cádiz ciudad.
Críticas a la gestión de Bruno García
IU acusa directamente al alcalde Bruno García y al concejal responsable del área, José Manuel Otero, de no tener una hoja de ruta clara para afrontar la crisis. La formación recuerda que el Partido Popular conocía los problemas que arrastraba Óbolo en otros municipios, pero aun así le adjudicó el servicio en Cádiz.
Ahora, con la renuncia formalizada, el Ayuntamiento mantiene a la empresa como gestora provisional mientras se resuelve el conflicto, lo que, según IU, prolongará durante meses el “pésimo funcionamiento” y la incertidumbre.
Frente a esta situación, IU propone recuperar el modelo de gestión pública a través de la empresa municipal PROCASA, siguiendo el ejemplo de otros ayuntamientos de la Bahía que ya han rescatado este servicio. Según la formación, la municipalización permitiría “estabilidad para los trabajadores y una atención de mayor calidad para los usuarios”.
Desde IU insisten en que el problema no se puede seguir postergando: “Es urgente garantizar la asistencia a los 800 dependientes que ya esperan en Cádiz y a los muchos más que se sumarán en los próximos meses. Hablamos de personas que necesitan ayuda básica en su día a día, no de un trámite administrativo cualquiera”.