Denuncian que Óbolo estafa al Ayuntamiento y condena a trabajadoras de Ayuda a Domicilio
Trabajadoras de Ayuda a Domicilio de Cádiz en un Pleno del Ayuntamiento. Foto: Eulogio García.

Denuncian que Óbolo estafa al Ayuntamiento y condena a trabajadoras de Ayuda a Domicilio

Indignación creciente en el colectivo y el comité alerta de sueldos de hasta 20 céntimos y acuerdos manipulados

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La empresa ÓBOLO, el Ayuntamiento de Cádiz, el Comité de Empresa y el servicio de Ayuda a Domicilio están en el centro de la polémica por una denuncia pública que ha encendido todas las alarmas.

Las trabajadoras acusan a la compañía de pagar salarios ínfimos, miserables, que en algunos casos no superan el euro o los 20 céntimos, manipular acuerdos firmados en el SERCLA y precarizar un servicio esencial para la ciudad.

El clima de indignación va en aumento y el comité de empresa advierte de que no permitirá que esta situación se se mantenga por más tiempo ni se perpetúe.

Desde que ÓBOLO asumió la gestión del servicio de ayuda a domicilio el pasado 1 de agosto se han sucedido todo tipo de quejas que no han dejado de multiplicarse.

Según las trabajadoras, los primeros cobros han sido una auténtica "burla salarial", con nóminas que oscilan entre 1 y 20 céntimos por un mes completo de trabajo.

Un hecho que, lejos de ser un error administrativo, es denunciado como parte de una estrategia que busca recortar derechos y aumentar beneficios a costa de un colectivo ya castigado por la precariedad laboral.

El comité de empresa enfatiza que la compañía no solo paga mal y tarde, más allá de ello interpreta de manera sesgada los acuerdos de mejoras laborales alcanzados con el Ayuntamiento en el SERCLA.

Dichos acuerdos incluían una dotación económica específica que está destinada a dignificar las condiciones de estas trabajadoras, pero según la denuncia, la empresa pretende apropiarse de esos fondos a fin de poder engordar sus beneficios.

Acusaciones de extorsión y manipulación de acuerdos de ÓBOLO

La tensión no se limita a los impagos puesto que el comité denuncia que ÓBOLO ha intentado extorsionar a la representación laboral y que utiliza tácticas de presión contra quienes alzan la voz.

La empresa, según los sindicatos, llegó a Cádiz con pleno conocimiento de los términos del contrato público y de los acuerdos que fueron firmados, pero ahora pretende reinterpretarlos a su forma y para su propio beneficio.

El pliego de condiciones, recuerdan las trabajadoras, ya fijaba un beneficio industrial para la compañía, estando ello perfectamente tipificado y delimitado. Sin embargo, la denuncia apunta a que ÓBOLO quiere triplicar sus ganancias usando la licitación como un escudo que sirva para justificar recortes y engaños.

En la práctica, esto se traduce en sueldos ridículos así como en incumplimiento de acuerdos y un servicio cada vez más deteriorado.

La crítica no se centra únicamente en la empresa puesto que el comité de empresa también responsabiliza al Ayuntamiento de Cádiz, que debe velar por que se cumplan los acuerdos en el SERCLA luego de haber dotado económicamente el contrato con dinero público destinado a mejoras laborales.

Añaden además que, al ser firmante del acuerdo laboral, la administración local se convierte en víctima directa de este engaño de ÓBOLO y que debe actuar con contundencia.

El malestar es tal que trabajadoras y representantes sindicales exigen una intervención de forma inmediata. En el caso de Cádiz, el comité asegura haber advertido al Ayuntamiento antes de la adjudicación sobre los antecedentes de la empresa, presentando incluso un escrito de garantías de cumplimiento.

Las trabajadoras de ayuda a domicilio, que llevan años luchando por mejores condiciones, ven en esta intolerable esta situación como intolerable y advierte que ni el Ayuntamiento, ni las trabajadoras ni los propios usuarios del servicio pueden depender de una empresa que actúa de esta manera.

Lo que está en juego no es solo un conflicto laboral, va más allá, es la calidad del servicio de ayuda a domicilio, del que dependen centenares de mayores y familias en Cádiz. El comité alerta de que, con salarios de miseria y condiciones indignas, la atención a los usuarios está gravemente afectada.