
Dos nuevos nombres regresan del silencio: así fueron reconocidas dos víctimas de la represión franquista en Cádiz
Tras casi 90 años, las familias de Juan Diego Cortés Pacheco y Manuel Moreno Cortés reciben los restos de sus seres queridos en el Ayuntamiento de Cádiz

Después de casi noventa años, Cádiz recupera dos nombres que el franquismo y su represion tras la Guerra Civil quiso borrar de su historia y de su memoria colectiva. La ciudad vuelve a mirar de frente a su pasado para reconocer a quienes fueron silenciados por la represión.
Los análisis genéticos y los trabajos de investigación impulsados por la Asociación para la Recuperación y Divulgación de la Memoria Histórica de Cádiz (ARMH) han permitido identificar los restos de Juan Diego Cortés Pacheco y Manuel Moreno Cortés, víctimas de la represión franquista cuyos cuerpos permanecían en una fosa del cementerio gaditano.
Ambos serán entregados a sus descendientes el próximo martes 29 de octubre, en un acto público en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz, donde se rendirá homenaje a su memoria y a la de todos los gaditanos represaliados en 1936.
La historia de Juan Diego Cortés Pacheco es la de un hombre sencillo, panadero de 27 años, casado con Milagros Muñoz Benítez y padre de dos hijos. Vivía en la calle San Bernardo cuando fue detenido el 2 de octubre de 1936 y trasladado a la Prisión Provincial de Cádiz.
Once días después, fue sacado del penal con el pretexto de ser enviado a El Puerto. Nunca llegó. Fue fusilado en el foso de la Puerta de Tierra y enterrado en el cementerio gaditano. Su identificación ha sido posible gracias a la petición de su familia, que impulsó la exhumación de la sepultura número 28 en el Patio 3º, división San Mateo.
Juan Diego fue uno de tres hermanos asesinados durante la represión franquista. Enrique, también panadero, fue ejecutado en agosto de 1936 cuando tenia 34 años, y Francisco continúa desaparecido. Con esta identificación, la familia Cortés Pacheco ve al fin reconocida parte de su historia tras generaciones de silencio.
El otro nombre que regresa del olvido es el de Manuel Moreno Cortés, trabajador de los Servicios Municipales de Aguas y Electricidad del Ayuntamiento de Cádiz. Casado con María Paredes Mateos y padre de dos hijas (María y Ana), fue uno de los primeros empleados despedidos tras el golpe de Estado de julio de 1936.
El 17 de septiembre ingresó en la prisión provincial y, diez días después, fue sacado “para ser trasladado a El Puerto”. En realidad, fue asesinado en las inmediaciones de la plaza de toros. Sus restos han sido identificados ahora, casi 90 años después, y su familia podrá recibirlos en el homenaje del 29 de octubre.

Manuel Moreno Cortés.
El acto de entrega contará con la participación de las familias, representantes del Ayuntamiento de Cádiz, la ARMH y estudiantes del IES Columela, que intervendrán con lecturas y mensajes sobre la importancia de la memoria democrática.
Tras la ceremonia institucional, los restos de Juan Diego y Manuel serán trasladados al Cementerio Mancomunado de Chiclana, donde descansarán en el Panteón de las Víctimas del Golpe de Estado de julio de 1936.
512 historias por recuperar
Las investigaciones señalan que al menos 512 personas fueron enterradas en el cementerio gaditano como víctimas de la represión franquista, la mayoría vecinos de la ciudad. Solo con el paso de los años y el impulso de las familias se ha comenzado a identificar a algunos de ellos.
Cada hallazgo, explican los técnicos, es mucho más que un dato histórico: es una historia que vuelve a tener nombre y rostro. Es, también, una forma de hacer justicia con los que no pudieron defenderse.
Para las familias de Juan Diego y Manuel, la identificación supone el cierre de un duelo y el inicio de una reparación moral.