El anuncio de la vicepresidenta Montero garantiza una carga de trabajo en el astillero de Puerto Real hasta 2030
La inversión de 700 millones asegura más de 2.000 empleos directos e indirectos en la Bahía de Cádiz, sumándose a la construcción de seis buques ya en marcha
El astillero de Puerto Real encara una nueva etapa de mayor estabilidad tras el anuncio realizado por la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero.
La dirigente confirmó que se construirán nuevos buques en estas instalaciones, lo que viene a garantizar la carga de trabajo asegurada hasta el año 2030. Se trata de una inversión estimada en torno a los 700 millones de euros, que permitirá generar más de 2.000 empleos.
Estos 2000 empleos serán tanto directos como indirectos, y que se suma a la actividad que ya se venía desarrollando con la construcción de otros barcos previos.
La noticia ha sido recibida con satisfacción en la Bahía de Cádiz, una zona que históricamente está vinculada a la industria naval y que encuentra en el astillero de Puerto Real uno de sus motores económicos.
Una apuesta estratégica para la industria naval de Cádiz
El anuncio supone un respaldo institucional al papel de Navantia y, en particular, al centro de Puerto Real, reconocido por su gran capacidad técnica y por la excelencia de sus profesionales.
Según destacó Montero, este proyecto es fruto del esfuerzo conjunto del Ministerio de Defensa y responde al objetivo de mantener la competitividad de los astilleros españoles en un mercado internacional que resulta altamente exigente.
“Es un sector de mucha competitividad”, subrayó la vicepresidenta. Se esta forma de potencia la presencia del astillero gaditano en un ámbito que, pese a las dificultades, sigue siendo fundamental para el desarrollo económico y tecnológico del país.
La generación de más de 2.000 empleos directos e indirectos representa también un respiro para la zona, marcada por elevadas tasas de desempleo. La carga de trabajo, que se prolongará hasta final de década, dando estabilidad a miles de familias y contribuirá al mantenimiento del tejido productivo que se asocia a la construcción naval.
Además, la inversión prevista estimulará la actividad de empresas auxiliares, proveedoras de materiales y servicios, dependientes en buena medida de la salud del sector.
Para la Bahía de Cádiz, la noticia se traduce en una oportunidad de crecimiento y la consolidación de su vínculo con la industria naval.
El mercado naval internacional atraviesa una etapa de fuerte competencia, con países asiáticos que se encuentran liderando gran parte de la producción.
No obstante el astillero de Puerto Real ha demostrado su capacidad para hacerse un hueco gracias a su experiencia, su personal altamente cualificado y la constante modernización de todas sus instalaciones.
La adjudicación de nuevos encargos implica más empleo y un impulso a la innovación y al desarrollo de tecnologías en materia de eficiencia energética y sostenibilidad.
En un contexto en el que los buques deben cumplir normativas cada vez más estrictas en todo lo que es materia medioambiental, la capacidad del astillero gaditano de adaptarse a estos requisitos lo coloca en una posición ventajosa.
La confirmación de esta carga de trabajo ha sido interpretada como un signo de confianza en el futuro de los astilleros gaditanos y para los trabajadores y sindicatos, supone un alivio tras años de mucha incertidumbre y de reivindicaciones en defensa del empleo industrial en la zona.
El Gobierno, por su parte, ha querido subrayar que esta decisión se enmarca dentro de una estrategia más amplia de apoyo a la industria nacional, con la vista puesta en garantizar el liderazgo tecnológico y en fortalecer sectores fundamentales para el país.
La Bahía de Cádiz vuelve a situarse en el mapa de la industria marítima y con el anuncio de estos nuevos encargos, Puerto Real afronta un horizonte de más estabilidad hasta 2030, en el que los 700 millones de inversión y los más de 2.000 empleos asociados se convierten en un buen punto de crecimiento para la zona.