Jugadores, cuerpo técnico y auxiliares del Cádiz CF posan con el trofeo tras imponerse al Cördoba CF en los penaltis.
Jugadores, cuerpo técnico y auxiliares del Cádiz CF posan con el trofeo tras imponerse al Cördoba CF en los penaltis. Foto: Eulogio García.

El Cádiz CF derrota en los penaltis al Córdoba e iguala al Atlético de Madrid como el equipo con más Trofeos

Climent adelantó a los amarillos y Guardiola empató; Víctor Aznar decidió en los penaltis en un Carranza con cerca de media entrada

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El Cádiz CF levantó este sábado su undécimo Trofeo Carranza tras imponerse al Córdoba CF en la tanda de penaltis (6-5) después de un empate (1-1) en el tiempo reglamentario. Con esta victoria, los amarillos igualan al Atlético de Madrid como el equipo con más títulos del Trofeo de los trofeos.

Más allá del resultado, el partido sirviócomo presentación del equipo ante su aficion. Último partido de preparación del que hay que sacar conclusiones de la pretemporada: el equipo no ha dejado la portería a cero en ninguno de sus ocho compromisos y sigue mostrando lagunas defensivas, especialmente en la salida de balón. La marcha de Chust puede acrecentar estos problemas.

Cerca de media entrada en el Nuevo Mirandilla, mejor incluso de lo que se podía esperar por el nivel del cartel. El cadismo no falla y no le falla ni a su equipo ni a su trofeo, demostrando que el vínculo con el Trofeo sigue intacto.

El once inicial de Gaizka Garitano se pareció mucho al que arrancará la Liga ante el Mirandés. Víctor Aznar en portería (David Gil entra en el tramo final de su recuperación); línea de cuatro para Iza, Kivacevic, Recio (con la marcha de Chust y la lesión de Fali, parece que Jorge Moreno no tendrá tiempo de ganarse la titularidad) y Climent; doble pivote para Diakité y Diarrá (que puede jugar también en cualquier posición de la línea de tres mediaspuntas); De la Rosa, Suso y Ontiveros en la mediapunta y como delantero García Pascual (con la inminente marcha de Chris Ramos él o Roger serán titular ante el Mirandés).

Y ahí se empiezan a sacar conclusiones. Buenas y malas. De las primeras, la mejor lectura, la conexión creciente entre Suso y Javier Ontiveros, dos futbolistas llamados a liderar el ataque cadista. De las malas, los problemas en el flanco izquierdo de la zaga.

El equipo salió presionando arriba y cada robo en campo rival generaba sensación de peligro, aunque también sufrió en el costado izquierdo de la zaga, con Iker Recio exigido ante las incorporaciones de Mario Climent. Las mejores ocasiones locales llegaron en los pies de Climent, que desaprovechó dos internadas claras: en la primera no asistió a un De la Rosa solo y en la segunda sí lo hizo, pero el onubense no acertó. El Córdoba respondió con un par de llegadas y obligó a Víctor Aznar a intervenir.

En la segunda parte, y antes de ser sustituido, Ontiveros regaló un pase perfecto a Climent, que recortó dentro del área con un taconazo, en una acción de 9 o de extremo más que de lateral, y marcó el 1-0 en el minuto 60.

El Cádiz pudo sentenciar con una ocasión de Álvaro García Pascual tras una larga carrera, pero su indecisión entre tirar o pasar dejó la jugada en nada. A partir de ahí, los amarillos se diluyeron.

El Córdoba se hizo con el balón y, tras un paradón de Aznar en el 79’, encontró el empate en el 83: disparo de Brian Medina desde fuera del área, rechace del meta y Sergi Guardiola aprovechando el balón suelto.

En los penaltis, el Cádiz empezó con un fallo de Roger Martí, que envió su tiro al poste, pero Víctor Aznar se convirtió en héroe con dos paradas decisivas. El lanzamiento de Obeng, con golpeo al suelo incluido, se llevó la ovación y las sonrisas de todo el estadio y los propios jugadores cadistas.

El Cádiz CF derrota en los penaltis al Córdoba e iguala al Atlético de Madrid como el equipo con más Trofeos

Victor Aznar para el penalti de Isma Ruiz que le da la victoria al Cádiz CF en el Trofeo. Foto: Eulogio García.

Con el Trofeo en las vitrinas, el Cádiz pone fin a una pretemporada irregular, con destellos ofensivos, problemas atrás y la esperanza de que, esta vez, no se cumpla el dicho de “a buen Trofeo, mala temporada”.