
El Cádiz CF pierde su condición de invicto en un partido en el que no mereció caer
La UD Las Palmas marcó en su único remate a puerta, aprovechando un córner con Caicedo fuera del campo

El Cádiz CF perdió en el estadio de Gran Canaria su primer partido del curso (1-0) en un duelo que deja sensaciones contradictorias. Cayó tras competir como casi siempre, generar más peligro que su rival y encajar en el único disparo a puerta de la UD Las Palmas.
El resultado rompe la condición de invicto del conjunto de Gaizka Garitano, que baja al tercer puesto tras ser superado por el Racing. El Deportivo queda como único equipo sin derrotas en Primera y Segunda. Los amarillos se mantienen en la zona alta, a tres puntos del playoff y siete por encima del descenso.
Los amarillos no tuvieron la posesión del balon (un 37 por ciento) ni la iniciativa, pero por lo que se vio, no sufrió. Tanto que solo concedió un remate entre los tres palos dle rival y disfrutó de tres buenas ocasiones.
Parece claro que cuando juegas a lo que apuesta Garitano (orden, defensa, equilibrio y competir), si no estás acertado o tienes suerte en el remate el plan no termina de salir De hecho, ha sido el segundo partido consecutivo que los amarillos no marcan. El segundo en lo que va de campaña también.
Garitano repitió el bloque esperado con un solo cambio en el once. Efe, que viajó pero sigue arrastrando molestias, no entró finalmente en la convocatoria, y su puesto fue para Javi Ontiveros. El Cádiz formó con un 1-4-2-3-1: Ontiveros en la izquierda, Suso como mediapunta y Tabatadze por la derecha, con Ortuño en punta. En la base, Moussa y Ortuño sostuvieron la estructura, mientras la defensa mantuvo su fiabilidad con Kovacevic y Recio como pareja central.

Resistencia, orden y sensación de peligro
El inicio fue para Las Palmas, que impuso su toque y su posesión (llegó al 67% en el primer cuarto de hora), pero sin remate. El Cádiz, fiel a su plan habitual, se mantuvo ordenado y mostró peligro cada vez que Tabatadze o Ontiveros encontraron espacio.
El primer remate cadista, de cabeza, llegó pasada la media hora. En defensa, los de Garitano apenas concedieron. Incluso en una jugada con superioridad local en el 45’, el equipo se replegó rápido y forzó un remate alto.
En el descanso, Garitano dio entrada a Caicedo por Iza, que tenía amarilla. El cambio no alteró la solidez, pero el lateral acabó condicionado: vería también una tarjeta en una acción en la que tocó balón. El partido se equilibró con el paso de los minutos y, a partir del 60’, el Cádiz dio un paso adelante.
Diarra entró en la línea de tres mediapuntas, el equipo presionó más arriba y logró sus mejores minutos. En el 72, una gran contra llevada por Suso terminó con un disparo de Ortuño que salvó el meta local. Dos minutos después, otra transición acabó con remate de García Pascual tras jugada colectiva, de nuevo repelida por el portero.

El gol, en el único remate a puerta
El plan cadista se rompió en el minuto 86. Caicedo había sido atendido y estaba fuera del campo cuando Las Palmas botó un córner. El propio lateral había despejado la jugada anterior. Con el Cádiz en inferioridad momentánea, Barcia se elevó por encima de Kovacevic y marcó de cabeza.
Fue el primer disparo a puerta de los locales, y terminó en gol. Víctor Aznar llegó a tocar el balón, pero no pudo desviarlo del todo. Un golpe cruel para un equipo que había controlado el partido durante 85 minutos.
El técnico reaccionó rápido. En el 89 entraron Dawda y Álex Fernández por Diakité y Climent, cambiando el dibujo a un 1-4-4-2 con dos delanteros y Álex en la izquierda. El Cádiz asumió riesgos, adelantó líneas y acabó volcado. En el 97, con el tiempo prácticamente cumplido, una buena acción por la izquierda terminó con centro de Pereira y remate de Suso en el segundo palo que detuvo el portero. Fue la última del partido y la tercera parada decisiva del meta canario.

El encuentro dejó otra vez decisiones discutibles. Ninguna con consecuencia directa en el resultado (aunque puede que sí en el juego) y que demuestran el nivelito del arbitraje en esta Liga Hypermotion. Un penalti inicialmente señalado fue anulado tras la intervención del VAR, pero con una imagen que no aclaraba demasiado aunque en otros planos se veñia perfectamente que no lo era.
Poco después, Caicedo vio amarilla en una acción en la que tocó balón y Ortuño la recibió por anticiparse en un salto con Recoba. Tres jugadas que no influyeron en el resultado, pero sí en el tono del encuentro. El arbitraje moderno, le llaman.
Pero lo que importa, o debería importar. El fútbol. El Cádiz cae por primera vez, pero lo hace manteniendo su identidad: sólido, competitivo y con plan. Generó más peligro que su rival —ocho tiros totales, tres entre los tres palos— y encajó en la única llegada clara de Las Palmas.
Pierde una racha, pero refuerza su fiabilidad. Tercer clasificado, a tres puntos del playoff y siete por encima del descenso, el equipo de Garitano sigue plenamente metido en la pelea por la zona alta.
