
El Cádiz CF renueva un año más sus ofrendas a la Patrona y al Nazareno
Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores participaron en los actos en Santo Domingo y Santa María, donde también hubo representación municipal

El Cádiz CF ha vuelto a cumplir con una de sus costumbres: la tradicional ofrenda floral a la Patrona del Rosario Coronada y a Nuestro Padre Jesús Nazareno en las que aprovechan para pedir una ayuda extra que, aunque improbable, nunca viene mal pedir.
Como cada año, dirigentes, plantilla y cuerpo técnico hicieron este itinerario entre la iglesia de Santo Domingo y la de Santa María, en una jornada en la que no faltaron rezos, flores y discursos solemnes.
El acto, habitual al inicio de cada temporada, congregó tanto a la comitiva amarilla como a representantes de las hermandades religiosas y, en esta ocasión, también a autoridades municipales, que acompañaron al club en las dos paradas de la mañana. Una tradición que forma parte del calendario anual del club, pero que cada vez convive con mayor contraste en una afición cada vez más diversificada y en un Estado que se declara aconfesional.
Ofrenda en Santo Domingo

Plantilla, cuerpo técnico y directiva del Cádiz CF posan ante la Patrona del Rosario tras la ofrenda en Santo Domingo.
La primera parada fue en la iglesia conventual de Santo Domingo, donde los recibió el prior Pascual Saturio junto con la junta de gobierno de la Archicofradía del Santísimo Rosario. El presidente del club, Manuel Vizcaíno, pidió “por la ciudad y por su gente, somos unos privilegiados, nuestra última petición es hacer una buena temporada. Afrontamos una nueva campaña con mucha ilusión”, señaló Vizcaíno, antes de que los capitanes del equipo y el entrenador Gaizka Garitano depositaran un ramo de flores a los pies de la imagen.
La ofrenda concluyó con una foto de grupo de toda la expedición amarilla junto a la imagen de la Virgen, en un gesto que se repite año tras año y que, para muchos, simboliza la unión entre el equipo y la ciudad.
En el Nazareno

La expedición amarilla, junto a autoridades municipales y la hermandad, tras la ofrenda al Nazareno en la iglesia de Santa María. Foto. Eulogio García
Tras la visita a Santo Domingo, la comitiva se dirigió a la iglesia de Santa María, donde esperaba la hermandad del Nazareno. Allí, el director espiritual Aquiles López y el hermano mayor Jacinto Plaza recibieron al club.
Plaza expresó el deseo compartido de que el Nazareno acompañe al Cádiz en la nueva temporada: “Le pedimos al Señor que nos ayude a conseguir los objetivos”. A continuación, se repitió el gesto floral con otro ramo depositado a los pies de la imagen y una nueva foto de familia.
En este segundo acto, además de los dirigentes del club y la hermandad, se contó con participación de representación municipal. La concejala Virginia Martín, acompañada por el edil de Hermandades y Cofradías José Manuel Verdulla, tomó la palabra para subrayar el valor simbólico de la cita.
“Mantenemos viva una tradición que mezcla fe y deporte. Acompañamos con orgullo al equipo que lleva nuestro nombre para encomendarle al Nazareno vuestra salud y vuestro trabajo”, destacó la edil, en una intervención que confirmó la implicación del Ayuntamiento en un acto de carácter religioso.
La hermandad entregó además un cuadro con la imagen del Nazareno, que acompañará al Cádiz en todos sus desplazamientos de la temporada. Un obsequio que ya es habitual y que refuerza el vínculo entre la cofradía y el club.
Entre lo religioso y lo institucional

El presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, dialoga con la concejala Virginia Martín y el edil José Manuel Verdulla durante la visita al Nazareno. Foto: Eulogio García.
Estas ofrendas reabre el debate sobre la convivencia entre fe, fútbol e instituciones. Por un lado, la tradición tiene un peso innegable en Cádiz, donde el vínculo entre cofradías, barrios y vida cotidiana forma parte del ADN cultural.
Por otro, el club cuenta hoy con una afición diversa y multiconfesional, en la que conviven católicos, creyentes de otras religiones y también personas ateas o agnósticas. Para parte de esa afición, la imagen de jugadores y dirigentes buscando apoyo en los altares puede resultar ajena, incluso chirriante, en pleno siglo XXI.
La presencia de concejales en un acto organizado por una entidad privada y con un marcado carácter religioso añade además un matiz institucional significativo, ya que, la frontera entre lo religioso y lo público se difumina en este tipo de escenarios.
A dios rogando...
La jornada dejó estampas de solemnidad y tradición, pero la agenda amarilla no se detiene en lo espiritual. Mañana, el Cádiz CF tiene previsto anunciar un nuevo acuerdo con el Patronato de Turismo de la Diputación, encabezado por el vicepresidente provincial Germán Beardo.
Tras las polémicas que han rodeado la operación del Mirador y las especulaciones sobre posibles cesiones vinculadas al club, el nuevo convenio se presenta como un movimiento más terrenal, ligado a la promoción turística y a la estrategia institucional.
Así, el Cádiz pasa de los altares al terreno de la política y la economía, para enlazar en apenas veinticuatro horas rezos, flores y ofrendas con convenios, ruedas de prensa y anuncios oficiales.