Una de las oficinas de MRW en a Bahia con un pequeo cartel en la puerta que avisa de su cierra.
Una de las oficinas de MRW en a Bahia con un pequeo cartel en la puerta que avisa de su cierra.

El cierre de MRW en Cádiz deja a una veintena de personas en la calle, sin sueldo ni indemnización

La plantilla aceptó seguir trabajando hasta el 15 de septiembre con la promesa de cobrar, pero denuncian que esos ingresos fueron para otras deudas del empresario

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La franquiciada de MRW en Cádiz, Cotinusa Gestión, bajó la persiana el 15 de septiembre y dejó a una 20 de personas en la calle, sin indemnización y con hasta tres nóminas sin cobrar.

La decisión, justificada por la compañía con un ERE económico, ha supuesto el despido de 18 trabajadores que ahora denuncian haberse quedado sin indemnización y con entre dos y tres nóminas pendientes de cobro.

La plantilla, consciente de la complicada situación económica de la empresa, aceptó continuar trabajando hasta el 15 de septiembre, fecha en la que se formalizó la extinción de la compañía. Según relatan los afectados, lo hicieron bajo la condición de que los ingresos obtenidos durante ese periodo servirían para pagar las nóminas pendientes.

No obstante, al llegar ese día, la sorpresa fue mayúscula: la dirección comunicó que no se realizaría ningún pago y que el dinero había sido destinado a cubrir otras deudas. Para los empleados, aquello supuso un engaño que agravó todavía más su situación.

“Nos pidieron que siguiéramos hasta el final para cobrar, y al final se quedaron con todo el esfuerzo y nos dejaron con las manos vacías”, lamenta uno de los afectados.

Indefensión y recursos limitados

Ante esta situación, la única vía que les queda a los trabajadores es acogerse al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Este organismo público se hace cargo de parte de los salarios e indemnizaciones impagadas cuando una empresa desaparece sin poder afrontar sus obligaciones con la plantilla.

Sin embargo, los afectados son conscientes de que el proceso será largo y frustrante. Según explican, el cobro podría demorarse durante muchos meses, lo que en la práctica significa tener que soportar una espera sin ingresos. Además, la cobertura del Fogasa es limitada: no cubre la totalidad de las deudas, por lo que inevitablemente perderán una parte de lo que se les adeuda.

El cierre de Cotinusa afecta directamente a las oficinas de Cádiz, San Fernando y Puerto Real, que desde mediados de septiembre han bajado la persiana de manera definitiva. Estas instalaciones, que operaban bajo la marca MRW, dejan de prestar servicio, generando también un vacío para los usuarios habituales de la mensajería en la zona.

El malestar entre los trabajadores no solo tiene que ver con la pérdida del empleo, sino con la sensación de haber sido utilizados. Denuncian que se les pidió un esfuerzo extra en los últimos meses y que, en lugar de cumplir lo prometido, se priorizaron otras deudas personales del empresario.

Según relatan, fue el propio propietario de la sociedad, quien reconoció en una conversación telefónica con uno de los trabajadores que los ingresos se habían destinado a cubrir esos compromisos. “Nos sentimos engañados y abandonados. Cumplimos con nuestra parte y ellos no cumplieron con la suya”, explican los afectados.

Llamamiento a las instituciones

Los 18 empleados afectados aseguran que no descartan iniciar nuevas acciones legales para reclamar lo que les corresponde. También piden a las instituciones que estén vigilantes para que este tipo de situaciones no se repitan. “No es justo que se juegue con la vida de las familias de esta manera”, subrayan.

Mientras tanto, las oficinas cerradas se han convertido en símbolo del conflicto. Allí, los trabajadores han comenzado a visibilizar su situación con mensajes y pancartas improvisadas, reclamando lo que consideran un derecho básico: cobrar por el trabajo ya realizado.