Autoridades en la entrega del cuadro -en el centro- de "Voto a San José", en San Fernando.
Recuperación de "Voto a San José" en San Fernando.

El cuadro del 'Voto a San José' vuelve al Ayuntamiento de San Fernando tras casi 20 años

Así ha sido el emocionante regreso del cuadro del Voto a San José al Ayuntamiento de San Fernando

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El cuadro del Voto a San José, una de las obras más emblemáticas del patrimonio artístico y religioso de San Fernando, ha regresado por fin a su sede original que es el Ayuntamiento isleño.

Casi dos décadas después de su traslado temporal, la pintura de Francisco Javier Riedmayer, fechada en el año 1801, vuelve a ocupar un espacio institucional coincidiendo con una efeméride de especial significado: el 225 aniversario del patronazgo de San José sobre la ciudad.

Durante casi dos décadas, el lienzo permaneció en las dependencias del antiguo Museo Histórico Municipal, que sirvió como sede provisional del Consistorio mientras se acometían diferentes obras de rehabilitación del edificio principal.

Desde el cierre del Ayuntamiento de San Fernando en el año 2006 hasta su reapertura en marzo de 2021, la obra de Riedmayer esperó el momento de regresar a su hogar, donde había permanecido desde su creación hace más de dos siglos.

La vuelta se ha celebrado con un acto institucional cargado de emoción, en el que participaron autoridades municipales así como miembros de la Hermandad de San José y representantes de la comunidad isleña.

En palabras de los asistentes, no se trató solo de una ceremonia simbólica fue, más bien, un gesto de reencuentro con la historia, la fe y la identidad colectiva de San Fernando.

Una pintura con alma de ciudad en San Fernando

El cuadro del Voto a San José fue encargado en el año 1801 al pintor alemán Francisco Javier Riedmayer como expresión de gratitud hacia el santo por su intercesión durante la epidemia de fiebre amarilla que afectó La Isla en aquel tiempo.

En la composición, San José aparece en posición protectora, rodeado por las autoridades civiles y religiosas de la época, que dan un voto público de devoción y agradecimiento.

La pintura representa un episodio religioso aunque es también un documento histórico de gran valor. Su permanencia en el Ayuntamiento en San Fernando durante más de doscientos años convirtió el cuadro en un símbolo de continuidad institucional, testigo mudo de los cambios sociales, políticos y culturales que ha vivido San Fernando desde el siglo XIX.

Durante su estancia en el Museo Histórico, la obra fue objeto de conservación y estudio, lo que ha permitido mantener en buen estado toda su policromía original y su estructura.

Hoy, con el edificio consistorial totalmente restaurado, la pieza será reubicada en un nuevo espacio como es la antigua capilla del Ayuntamiento de San Fernando, un enclave recuperado tras las obras de rehabilitación que realza el carácter espiritual y patrimonial del conjunto.

El acto de recepción fue encabezado por la alcaldesa Patricia Cavada, que quiso destacar el significado profundo del regreso del cuadro, sobre ello indicó que “esta pintura representa el compromiso, la esperanza y la fortaleza de quienes nos precedieron”.

La regidora subrayó que el gesto va más allá del ámbito devocional “debe servir para reflexionar sobre los valores que sostienen a una comunidad: la gratitud, la fe y la unidad frente a la adversidad”.

Por su parte, el hermano josefino Diego Ortiz, encargado de glosar el significado del lienzo, destacó su valor como símbolo colectivo de fe y memoria. “No es solo una pieza artística, sino un testimonio de siglos de compromiso y de gratitud”, expresó emocionado.

El hermano mayor de la Hermandad del Patrón, Alejandro Leiva, recordó durante su intervención que la recuperación del cuadro era parte de los objetivos de la conmemoración del 225 aniversario del patronazgo.

Leiva agradeció al Ayuntamiento de San Fernando el cumplimiento del compromiso adquirido en 2019, cuando se anunció oficialmente la intención de devolver la obra a su ubicación original.

La jornada del regreso del "Voto a San José" se vivió en San Fernando como una auténtica celebración ya que para muchos isleños, el cuadro representa una parte fundamental de su identidad, un lazo entre el pasado y el presente que trasciende lo religioso y se convierte en símbolo de perseverancia y gratitud colectiva.

El Ayuntamiento recupera una obra de arte y un fragmento de su propia Historia, el cuadro de Riedmayer vuelve a ocupar un lugar de honor en el consistorio isleño.