
El gaditano Miguel Ángel Muñoz defiende su título mundial en los Juegos de Trasplantados en Alemania
El velocista, único representante de Cádiz, busca repetir em Dresde su oro en los 100 metros lisos tras brillar en la cita de Australia

El deporte y el atletismo en concreto a veces (muchas) se convierten en espejo de la vida. Miguel Ángel Muñoz lo sabe mejor que nadie. El velocista gaditano, campeón del mundo en 100 metros lisos en los Juegos de Perth, ha viajado viajado ahora a Dresde con la ilusión de revalidar su título en los XXV Juegos Mundiales de Trasplantados.
La competición comienza hoy y se extenderá haste el 24 de agosto, en una cita que reunirá a 2.500 atletas de 51 países y que, más allá de lo deportivo, rinde homenaje a los donantes y a sus familias.
En Australia, Muñoz se convirtió en protagonista absoluto con tres medallas: oro en los 100 metros, plata en los 200 y plata en los 400. Aquella actuación fue el inicio de un recorrido internacional que hoy lo trae hasta Alemania.
Su preparación respalda la ambición: este año ha sumado un bronce en el Campeonato de Andalucía Máster y un oro en los relevos 4x100, señales claras de su excelente estado de forma.
En Dresde, será el único representante de Cádiz dentro de la selección española, que contará con 12 atletas, cinco de ellos andaluces. Muñoz es además monitor nacional de la RFEA, miembro fundador del Club Atletismo Bahía de Cádiz y parte de Deporte y Trasplante España, una asociación que visibiliza la fuerza del deporte tras un trasplante.
Detrás de cada logro hay también un equipo. Su entrenador, Alberto Romero, y su nutricionista, Iván Calderón, han diseñado una preparación adaptada para que llegue a la competición en su mejor momento. Ellos forman parte de un proyecto en el que cada zancada representa algo más que velocidad: es agradecimiento.
Los Juegos Mundiales de Trasplantados no son una cita cualquiera. Reconocidos por el Comité Olímpico Internacional, buscan concienciar a la sociedad sobre la importancia de la donación. Allí, cada atleta es testimonio de una segunda oportunidad. En el caso de Muñoz, cada carrera es un tributo a quienes hicieron posible su regreso a la pista.
Correr por la vida es el lema no escrito de estos Juegos. Y Miguel Ángel Muñoz lo encarna a la perfección. Con cada salida, con cada llegada, demuestra que el deporte es también una forma de dar las gracias. En Dresde, su objetivo es el oro, pero su mayor victoria ya está conseguida: ser el ejemplo vivo de que la generosidad puede cambiar destinos.