Rostro del retrato de Francisca Larrea que va a ser restaurado.
Rostro del retrato de Francisca Larrea que va a ser restaurado.

El Museo de las Cortes inicia la restauración del retrato de Frasquita Larrea, una joya del siglo XIX

El cuadro, declarado Bien de Interés Cultural, forma parte de la colección de personajes vinculados a las Cortes gaditanas

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El Museo de las Cortes de Cádiz ha puesto en marcha una nueva intervención de conservación-restauración que se va a realizar esta vez al óleo sobre lienzo Retrato de Frasquita Larrea, una pintura atribuida al artista José García Chicano y datada en el siglo XIX.

Declarada Bien de Interés Cultural, la obra forma parte del conjunto de retratos que el museo dedica a figuras relacionadas con las Cortes de Cádiz de 1812, uno de los más destacados de la historia de Cádiz.

El objetivo principal de estos trabajos es detener el proceso de deterioro que afecta a la pintura, afectada por la acumulación de polvo, barnices envejecidos y pérdida de tensión en el lienzo.

Los especialistas aplicarán técnicas de limpieza controlada, consolidación del soporte y renovación de la capa de protección, garantizando que la obra recupere su estabilidad estructural y su aspecto original.

Esta actuación se enmarca dentro de la estrategia municipal de mantenimiento preventivo del patrimonio histórico, impulsada por el Ayuntamiento de Cádiz, que busca conservar las piezas más emblemáticas de sus colecciones públicas.

El valor simbólico del retrato

Cuadro 'Retrato de Francusco Larrea' que va a ser restaurado.

Cuadro 'Retrato de Francusco Larrea' que va a ser restaurado.

El lienzo retrata a Frasquita Larrea, nombre con el que fue conocida la escritora gaditana Francisca Javiera Ruiz de Larrea y Aherán, figura destacada del Cádiz ilustrado.

Su casa se convirtió en uno de los centros de tertulia más activos del siglo XIX, donde se reunían políticos, intelectuales y escritores en plena ebullición de las ideas que acompañaron la redacción de la Constitución de 1812.

La restauración no solo permitirá conservar una obra de arte, sino también mantener viva la memoria de una mujer pionera, símbolo de la participación femenina en los debates políticos y culturales de su tiempo.

Una vez finalizados los trabajos, el retrato volverá a su sala habitual del Museo de las Cortes, donde podrá contemplarse junto a otras piezas de la época. De este modo, el público podrá disfrutar de una obra que combina valor artístico, histórico y simbólico, ejemplo del esfuerzo de Cádiz por conservar su identidad cultural.