
Nuevo plan de la Junta de Andalucía para combatir el alga invasora de las playas gaditanas
Desde su primera aparición en el año 2016 en el Estrecho de Gibraltar, cuando se detectó la presencia de arribazones en la costa de Ceuta

La Junta de Andalucía avanza para hacer frente a uno de los problemas medioambientales más importantes que ha sufrido su litoral en los últimos años como es la proliferación de la alga invasora asiática Rugulopterix okamurae.
El Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado el Plan de Gestión frente a esta especie, se trata de la hoja de ruta que busca contener su expansión mediante medidas científicas, coordinación institucional y un enfoque que implica la sostenibilidad a largo plazo.
El documento, elaborado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, es una respuesta ante la alarmante propagación del alga, que ha afectado de manera significativa a playas, puertos, ecosistemas marinos de Cádiz así como a sectores económicos como la pesca y el turismo.
Según se detalla, el plan incluye objetivos generales, estrategias de actuación y medidas concretas que implican el seguimiento científico, la retirada controlada y el aprovechamiento de la biomasa.
Aparición del alga invasora en las costas de Cádiz
Desde su primera aparición en el año 2016 en el Estrecho de Gibraltar, cuando se detectó la presencia de arribazones en la costa de Ceuta, la Rugulopterix okamurae ha demostrado una capacidad de colonización extraordinaria.
Hoy día se extiende desde Cabo de Gata, en la provincia de Almería, hasta Puerto Sherry, en El Puerto de Santa María, Cádiz. Esto es, prácticamente, todo el litoral andaluz que se encuentra ya afectado por esta especie, cuyas consecuencias ecológicas y económicas se consideran muy graves.
La Junta ha destacado que la proliferación del alga da dado origen a "cambios ecológicos sin precedentes", afectando negativamente a especies autóctonas y hábitats protegidos.
La acumulación del alga en zonas costeras obliga a las administraciones a realizar tareas de limpieza prácticamente a diario, con el consecuente coste económico y logístico.
Esta situación ha dado lugar a la clasificación de la especie como invasora en el Catálogo Español de Especies Exóticas en el año 2020, y su posterior inclusión en la lista europea de especies preocupantes en 2022.
El plan aprobado por el Gobierno andaluz se estructura en cuatro grandes bloques estratégicos.
El primero es, indudablemente, la investigación científica, con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre la biología y comportamiento del alga.
El segundo trata de la vigilancia y el seguimiento del fenómeno invasor, usando sistemas de monitorización, prospecciones marinas y planes de inspección.
La tercera línea se centra en la educación ambiental, la sensibilización social y la formación de personal.
La cuarta es la gestión de la biomasa generada por la especie.
Una de las novedades del documento es la inclusión de protocolos detallados en lo que respecta a la retirada del alga, desde su recogida en playas y puertos hasta la desinfección de herramientas empleadas, a fin de evitar su dispersión accidental.
También se contempla su posible reutilización como materia prima en procesos como el compostaje o la fabricación de fertilizantes, lo cual provocaría un rendimiento en una economía circular.
El ámbito de aplicación del plan incluye tanto zonas ya afectadas como otras potencialmente catalogadas de vulnerables, donde se pretende actuar de forma preventiva. La Junta de Andalucía ha señalado la importancia de la detección precoz para contener el avance de esta especie que, según expertos, no puede eliminarse por completo en el corto o medio plazo.
Con esta medida, la Junta de Andalucía cumple con sus obligaciones nacionales y europeas, potencia así su compromiso con la protección del litoral andaluz, la conservación del medio marino y el bienestar de las comunidades costeras.
Este plan es una respuesta ambiental al grave problema del alga invasora así como una importante apuesta por una gobernanza territorial basada en el conocimiento científico, la sostenibilidad y la participación ciudadana.