El presidente de la CEE, Luis Argüello, ha explicado los detalles de la reunión con el Papa. Foto: Libertad Digital.
El presidente de la CEE, Luis Argüello, ha explicado los detalles de la reunión con el Papa. Foto: Libertad Digital.

El Papa estudia la renuncia del obispo de Cádiz y está al tanto de la denuncia por pederastia, según el presidente de la Conferencia Episcopal

León XIV ha recibido a la cúpula de la Iglesia española, que le ha informado del caso de Rafael Zornoza; cuya renuncia “podría ser aceptada próximamente”

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La crisis abierta en torno al obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, por uan denuncia de presuntos abusos pederastas ha vuelto a cruzar este lunes la puerta del Palacio Apostólico. El Papa León XIV ha recibido en Roma a los nueve obispos que integran la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española (CEE).

En este encuentro, según han confirmado fuentes de la propia CEE, el caso de Cádiz ha estado sobre la mesa. Mientras tanto, en la diócesis gaditana se mantiene el compás de espera: no hay cese, no hay nombramiento de sustituto y la renuncia presentada por Zornoza al cumplir la edad máxima sigue sin haber sido formalmente aceptada.

El presidente de la CEE, Luis Argüello, ha explicado tras la reunión que la Santa Sede estudia la renuncia que el obispo de Cádiz presentó el 31 de julio de 2024, cuando cumplió 75 años, tal y como establece el derecho canónico.

“Nos han transmitido que quizá sea aceptada. Que va a ser aceptada y diciéndonos el día y la hora, no; que puede ser aceptada, sí”, ha declarado en Roma. En todo caso, ha insistido en que no hay fecha ni se ha concretado el modo en que se produciría esa aceptación.

El caso de Zornoza estalló públicamente hace una semana, cuando se conoció que el Vaticano había abierto una investigación canónica por la denuncia de un exseminarista que asegura haber sufrido abusos sexuales en los años noventa, cuando el actual obispo de Cádiz era rector del seminario mayor de Getafe.

La causa está prescrita en la jurisdicción civil, pero la Santa Sede ha considerado “verosímil” el testimonio del denunciante y ha encargado las diligencias preliminares al Tribunal de la Rota, en la nunciatura de Madrid.

Pese a que la denuncia llegó a Roma hace ya cuatro meses, el propio Argüello ha reconocido que el procedimiento canónico “lleva quince días abierto”. Es decir, la fase formal de investigación interna ha comenzado solo dos semanas antes de la reunión de este lunes con el Papa, después de que el caso se hiciera público y generara un fuerte impacto mediático y social en toda España.

Preguntado por la aparente lentitud en la reacción, el presidente de la CEE ha defendido que los procesos son “garantistas” y ha subrayado la necesidad de equilibrar “dos derechos”: el de cualquier víctima a plantear su caso y el de la presunción de inocencia del acusado.

“Eso ha de resolverse a través de un procedimiento”, ha insistido, remarcando que el obispo gaditano se encuentra actualmente en fase de investigación, sin que se hayan adoptado medidas cautelares como su apartamiento inmediato del cargo.

Cádiz, en compás de espera

En la diócesis de Cádiz y Ceuta, la sensación es de incertidumbre prolongada. La renuncia de Zornoza está sobre la mesa desde hace quince meses y, desde el pasado verano, se da por hecho que la diócesis espera un relevo, al haber alcanzado el obispo la edad de jubilación canónica. Sin embargo, la aceptación de esa renuncia ha quedado ahora directamente vinculada al desarrollo de la investigación por la denuncia de abusos.

En los últimos días se había llegado a hablar de un cese “inminente” e incluso se especuló con que el relevo pudiera hacerse oficial el pasado viernes. Nada de eso ha ocurrido. Las declaraciones de Argüello enfriaron esas expectativas, al aclarar que, por el momento, solo se maneja la posibilidad de que la renuncia pueda ser aceptada “próximamente”, sin una fecha marcada en el calendario ni detalles sobre si se nombrará de inmediato a un sucesor o se optará antes por un administrador apostólico.

Desde que estalló el caso, el Obispado de Cádiz anunció que el prelado suspendía “temporalmente su agenda” para colaborar con el esclarecimiento de los hechos y para someterse a tratamiento por un cáncer, extremo que se hacía público por primera vez.

Distintas informaciones han situado a Zornoza fuera de la diócesis, residiendo en Madrid, mientras la diócesis vive un momento de dolor, perplejidad y desgaste institucional.

Un caso sin precedentes para la Iglesia española

La denuncia contra Zornoza y la investigación abierta por el Vaticano han colocado a Cádiz en el centro de un escenario inédito: es la primera vez que se conoce en España un proceso canónico por presuntos abusos sexuales que afecta a un obispo en activo.

También es uno de los primeros grandes casos que debe afrontar León XIV desde su elección como Pontífice, lo que convierte la respuesta de la Santa Sede en un test importante sobre cómo quiere abordar la pederastia dentro de la jerarquía.

En paralelo, distintos informes y organismos vaticanos han instado en los últimos años a agilizar las destituciones o apartamientos de cargos eclesiásticos cuando se investigan casos de abusos o negligencias graves.

Ese clima choca con la forma en que se ha gestionado el caso gaditano, donde la reacción institucional solo ha llegado tras la publicación de la denuncia en la prensa, los pronunciamientos críticos de colectivos cristianos de base y las peticiones de dimisión por parte de formaciones políticas.

Una diócesis que mira al futuro sin saber cuándo llegará

Mientras la Iglesia española celebra desde este martes su asamblea plenaria en Madrid, con la cuestión de los abusos y las reparaciones a las víctimas en el centro de la agenda, en Cádiz la preocupación se concentra en una pregunta que nadie puede responder todavía: cuándo se hará efectiva la salida de Zornoza y qué tipo de obispo llegará después.

La diócesis, que ya venía marcada por años de tensiones internas, críticas a la gestión del actual prelado y reclamaciones de un perfil más social y dialogante para el próximo pastor, sigue pendiente de una firma en Roma.

De momento, el único paso confirmado es que el caso ha llegado al despacho del Papa y que León XIV está al tanto de todos los detalles. El resto, por ahora, es un compás de espera que se vive con especial intensidad a orillas de la bahía de Cádiz.