
El plan de verano que triunfa en Cádiz: campamentos de Cruz Roja con juegos, valores y mucha diversión
Niños y mayores comparten experiencias en Cádiz, San Fernando y Conil en unas colonias urbanas llenas de actividades y aprendizaje

Mientras muchos menores pasan el verano frente a una pantalla y dejándose llevar, en muchos casos por el aburrimiento, casi medio centenar de niños, niñas y adolescentes de la provincia de Cádiz gozan estos días de una experiencia diferente.
Es la propuesta de los campamentos urbanos organizados por Cruz Roja Juventud en Cádiz capital, San Fernando y Conil. Se trata de una iniciativa que combina juegos, actividades culturales y mucho aprendizaje así como en valores, todo ello de una forma divertida, inclusiva así como abierta a todas las familias.
Desde principios del mes de julio y hasta finales de agosto, cada jornada es una aventura diferente, distinta. Los menores participan en excursiones a lugares de un gran interés como museos, juegos en la playa, visitas por el centro histórico o salidas a parques de atracciones.
No obstante, más allá del entretenimiento, lo que marca la diferencia es el tratamiento educativo de todo ello pues los campamentos están diseñados para fomentar la igualdad así como el respeto por el medio ambiente, la diversidad y los derechos de la infancia.
Estos valores son trabajados siempre a través del juego y en función de la edad que hay en cada grupo. La programación está organizada por tramos que son de 3 a 5 años, de 6 a 8, de 9 a 11 y mayores de 12.
De esta forma cada participante disfruta de propuestas que se encuentran adaptadas a su nivel de desarrollo y con espacios para que su voz también cuente dentro de la planificación de actividades.
Campamentos con interacción con personas mayores en Cádiz, Conil y San Fernando
Uno de los aspectos que resultan más valorados por las familias y los propios niños se trata de la interacción con personas mayores. En varias jornadas, los campamentos incluyen actividades que están compartidas con personas mayores de 65 años, todo ello lo que permite es un intercambio de experiencias y conocimientos entre generaciones.
En estas actividades se encuentran desde talleres de juegos tradicionales hasta cuentos o dinámicas cooperativas, teniendo todo ello como objetivo el potenciar el respeto mutuo y poner en valor lo que cada generación puede aportar a la otra en una atractiva sinergia.
“El ambiente que se genera es muy especial. Hay niños que nunca habían tenido contacto cercano con personas mayores, y descubren que pueden aprender mucho de ellas. Y viceversa: los mayores se sienten útiles y felices al compartir momentos con los peques”, explica una de las personas voluntarias del programa.
El alma de estos campamentos están, sin lugar a dudas, en el voluntariado joven de Cruz Roja Juventud. Se trata de chicos y chicas que dedican parte de su verano a acompañar a los menores pero también a diseñar actividades creativas y asegurar que cada jornada resulte totalmente inolvidable.
La labor de estos voluntarios y voluntarias es fundamental no sólo para el desarrollo de las dinámicas, sino también para ofrecer referencias que son positivas a los participantes.
Cruz Roja Juventud vuelve así a demostrar que el ocio puede ser transformador, que se puede aprender mientras se juega y que la infancia merece veranos con muchas risas, pero también de valores.