El Vaticano conocía desde hace meses la denuncia por pederastia contra el obispo de Cádiz y lo mantuvo en el cargo
La Santa Sede abrió la investigación hace cuatro meses, pero Rafael Zornoza siguió al frente de la diócesis
La investigación por abusos a un menor del obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, sigue generando nuevos y preocupantes episodios, algunos de los cuales dejan entrever que la Iglesia conocía desde hace meses las denuncias y no habñia tomado ninguna medida con Zornoza.
Segun publica este martes El País, el Vaticano y la propia Conferencia Episcopal conocían desde antes del verano la denuncia por presuntos abusos sexuales contra el prelado, pero que ambos organismos permitieron que continuara en el cargo mientras se desarrollaba la investigación canónica.
Según la información que viene publicando El País, la víctima, un exseminarista que asegura haber sido agredido por Zornoza cuando tenía entre 14 y 21 años, envió una carta al Dicasterio para la Doctrina de la Fe a comienzos de junio.
En ella relataba abusos ocurridos durante la década de los noventa, cuando el actual obispo de Cádiz era rector del Seminario Mayor de Getafe, en Madrid. La Santa Sede dio verosimilitud a la denuncia y ordenó abrir una investigación formal a través del tribunal de la Rota Española.
Pese a ello, el obispo continuó al frente de la diócesis gaditana durante más de cuatro meses, participando en actos públicos y en contacto con seminaristas y menores. Esta situación ha desatado críticas dentro de la Iglesia y entre los fieles, que se preguntan por qué no se aplicaron medidas cautelares mientras se revisaban los hechos.
El comunicado del Obispado
Este lunes, tras la publicación inicial de El País, el Obispado de Cádiz y Ceuta emitió un comunicado en el que negaba “rotundamente” las acusaciones y las calificaba de “muy graves y además falsas”.
En esa nota, la diócesis afirmaba que “el caso fue introducido la semana pasada en el tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica”, lo que sugería que la investigación era reciente. Sin embargo, la información conocida ahora confirma que el proceso llevaba meses en marcha y que tanto Roma como la Conferencia Episcopal estaban al tanto desde el verano.
El comunicado también hacía hincapié en que los hechos “tuvieron lugar hace casi treinta años”, una forma de subrayar que el caso está prescrito ante la justicia civil. Esa precisión buscaba acotar el alcance penal del asunto, aunque el Derecho Canónico permite la tramitación interna si el relato es considerado creíble.
En el mismo texto, el Obispado añadía que el obispo había decidido suspender su agenda pastoral “para colaborar con la justicia y atender el tratamiento de un cáncer agresivo”.
La posición de la Conferencia Episcopal
Horas después, el presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, reconocía “con dolor” que la apertura de la investigación “concede una verosimilitud a la acusación”. En declaraciones recogidas por la Agencia EFE desde Las Palmas de Gran Canaria, el también arzobispo de Valladolid explicaba que la pretensión de la Iglesia es “conocer la verdad” de lo ocurrido, y pedía colaboración tanto a la diócesis de Cádiz como a la de Getafe, donde habrían ocurrido los hechos.
Argüello matizó que la decisión sobre la continuidad o apartamiento del obispo “no corresponde” a la Conferencia Episcopal, sino al Vaticano, que es quien instruye el caso a través del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y del tribunal de la Rota Española.
Durante la mañana, la institución había emitido un comunicado más prudente, limitándose a mostrar su “confianza en la justicia” y su “respeto” por el proceso canónico en marcha.
Un obispo que supera la edad límite
Rafael Zornoza cumplió 76 años este verano, un año por encima del límite de edad que el Código de Derecho Canónico establece para ejercer como obispo diocesano. El prelado presentó su renuncia en 2024, pero la aceptación quedó pendiente tras el fallecimiento del papa Francisco y la elección de León XIV.
Desde entonces, su continuidad en el cargo dependía de una decisión del nuevo pontífice.
Zornoza lleva catorce años al frente de la diócesis de Cádiz y Ceuta, un periodo marcado por una gestión austera y por tensiones internas con parte del clero gaditano. Ahora, su situación se complica con esta investigación que, según las fuentes vaticanas citadas por El País, se encuentra aún en fase de instrucción.
Una prueba de fuego para el nuevo Papa
El caso del obispo de Cádiz se ha convertido en una prueba de fuego para el pontificado de León XIV, que apenas lleva unos meses al frente de la Iglesia católica. La forma en que gestione este proceso marcará su posición respecto a los abusos dentro del clero y pondrá a prueba la continuidad de la política de tolerancia cero impulsada por sus predecesores. En Roma, la expectativa es alta: la decisión final sobre la continuidad de Zornoza y sobre la posible apertura de un juicio canónico recaerá directamente en el nuevo Papa.