
Polémica por una valla de publicidad sexista en Chiclana
La alerta inicial fue lanzada por la Asamblea Feminista de Chiclana, que utilizó las redes sociales como medio para denunciar el cartel

Una valla publicitaria ubicada en la carretera de La Barrosa, en Chiclana, ha desatado una fuerte polémica en los últimos días al ser señalada como un ejemplo de publicidad claramente sexista.
El cartel mostraba unas frases que pronto encendieron las críticas tales como “Te lo hacemos como te gusta” y “Y lo que se te ocurra”. Todo ello acompañado de la imagen de unos labios rojos en el interior de un corazón, muy sugerente, junto al eslogan “Pide por esa boquita”.
El mensaje, considerado por distintos colectivos como ambiguo y de claro carácter sexual, generó una inmediata respuesta en redes sociales y en la esfera pública local. La controversia obligó a la empresa responsable, una agencia de marketing gaditana, a dar marcha atrás.
La directora ejecutiva de la firma, Marta Vitini, confirmó que la valla será retirada así como expresó que “en ningún momento nuestra intención era levantar este revuelo”.
Vitini añadió que la agencia está compuesta por “cinco mujeres empoderadas” y que no sabían que el contenido pudiera ser considerado ofensivo. Tras la advertencia recibida, la compañía decidió retirar la publicidad, una acción que, según informó, se realizará este viernes.
El Ayuntamiento de Chiclana tuvo conocimiento del asunto estableciendo contacto inmediato con la empresa para advertir sobre la gravedad del mensaje transmitido. Desde fuentes municipales explicó que la Delegación de la Mujer organizará próximamente formaciones dirigidas a compañías de la localidad con la misión de prevenir la difusión de campañas publicitarias de carácter sexista.
Denuncia pública de colectivos feministas de Cádiz
La alerta inicial fue lanzada por la Asamblea Feminista de Chiclana, que utilizó las redes sociales como medio para denunciar el cartel. Una de sus integrantes más activas en este caso ha sido la cineasta Oliva Acosta, mostró su total indignación con un extenso mensaje publicado en sus perfiles.
“Un cartel enorme, visible por cualquiera que pase, nos devuelve al pasado más rancio de la publicidad: la utilización descarada del cuerpo de las mujeres como reclamo. No doy crédito”, dijo Acosta. En su análisis, llamó la atención que el anuncio juega con un doble sentido sexual que refuerza estereotipos de mujer-objeto.
La directora incidió también en el papel que juega la comunicación visual en la creación de imaginarios colectivos, así dijo que “el marketing y la publicidad tienen el poder de construir imaginarios. Y lo que este cartel construye es una mirada reduccionista, cosificada y profundamente machista hacia las mujeres. Basta ya de sexualizar nuestros cuerpos para vender”.
Tras conocerse la decisión de la empresa de retirar el cartel, Acosta matizó sus palabras diciendo que no se trata de “martirizar” a una firma joven, formada además por mujeres, que “ha entendido la crítica y ha reaccionado en positivo”.
A su juicio, la situación puede convertirse en una oportunidad para abrir un debate de carácter mucho más amplio sobre la igualdad en el sector publicitario.
Un marco legal que prohíbe la publicidad sexista
La polémica también reabre la reflexión sobre la normativa vigente en España. En el año 2004, la Ley Integral contra la Violencia de Género introdujo una serie de modificaciones en la Ley General de Publicidad para declarar ilícitos los anuncios que presenten a las mujeres de forma vejatoria o usen su cuerpo —o partes del mismo— como mero objeto, desvinculado del producto promocionado.
Igualmente se prohíben aquellos mensajes que asocien la imagen femenina a comportamientos de carácter estereotipado que contribuyan a la desigualdad o puedan incidir en la violencia de género.
La retirada del cartel de La Barrosa, en este marco, no solo responde a la presión social creada y la indignación sino también a la aplicación de un marco legal que desde hace dos décadas establece límites claros contra el sexismo en la publicidad.
El caso de Chiclana pone de manifiesto que el choque entre ciertas estrategias de marketing y la sensibilidad social en torno a la igualdad de género. Mientras para la empresa se trataba de un mensaje tan creativo como desenfadado, para los distintos colectivos feministas el cartel perpetuaba estereotipos dañinos.
La rápida reacción institucional así como la disposición de la firma a rectificar evita que la polémica se prolongue. S