Sociedad de la Viña y el Vino de Chiclana con el alcalde y la delegada en el despacho del Consistorio.
Reunión del alcalde José María Román, con la Sociedad de la Viña y el Vino de Chiclana.

Estreno de la Sociedad de la Viña y el Vino de Chiclana para preservar su herencia vitivinícola

La ciudad reafirma así su lugar en el mapa enológico de la Andalucía y del Marco de Jerez, un territorio que lleva siglos produciendo vinos reconocidos en todo el mundo

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El Centro de Interpretación del Vino y la Sal de Chiclana se convertirá este jueves, a las 19:30 horas, en el escenario perfecto de un acontecimiento cultural y enológico de enorme importancia como es la presentación de la Sociedad de la Viña y el Vino de Chiclana.

Esta nueva entidad nace con un propósito claro y ambicioso como es fomentar, promocionar, investigar, estudiar y difundir toda la tradición la vitivinicultura chiclanera, así como el vasto patrimonio cultural que la rodea.

La creación de la sociedad supone un paso adelante en la consolidación de Chiclana como toda una referencia en el Marco de Jerez, reafirmando su importancia histórica y actual del vino en la identidad de la ciudad.

El acto inaugural contará con la participación del sanluqueño Armando Guerra, conocido por ser impulsor del festival Innoble y del club de vinos Contubernio.

Guerra ofrecerá una conferencia bajo el título “Tendencias actuales de la viña y el vino en el Marco de Jerez”, en la que analizará los desafíos y oportunidades que enfrenta la viticultura en la actualidad.

Tras su intervención, los asistentes podrán disfrutar de un brindis con vinos todos procedentes de diversas bodegas chiclaneras, una manera muy simbólica de unir discurso y tradición en torno a una copa.

Un homenaje al legado vitivinícola chiclanero

La Sociedad de la Viña y el Vino de Chiclana se plantea también como una deuda histórica hacia las figuras que marcaron el rumbo de la viticultura de la localidad en siglos pasados.

Entre ellos, destaca la memoria del padre Fernando Salado Olmedo, fundador del Sindicato de Obreros Viticultores, de quien este año 2025 se conmemora el 150 aniversario de su nacimiento.

Otro de los nombres señalados es el de Pedro Tocino Montero, impulsor del Sindicato de Pequeños Viticultores, estos dos personajes fueron fundamentales en la organización y defensa de los trabajadores del campo y de las bodegas en la primera mitad del siglo XIX, contribuyendo decisivamente a que Chiclana consolidara su vocación vitivinícola.

En palabras de sus promotores, la asociación no solo mira hacia el pasado, sino que pretende proyectar hacia el futuro la esencia de un sector que es parte inseparable de la vida local.

Al respecto de ello indica que “es un homenaje a todas las familias que, con sus bodegas y viñas, hicieron de Chiclana una ciudad eminentemente vitivinicultora”.

La fundación de esta sociedad coincide con un contexto en el que cada vez más municipios buscan poner dar la oportuna relevancia en sus tradiciones como motor de desarrollo cultural y turístico.

En el caso de Chiclana, el vino es mucho más que un producto económico que es símbolo de identidad, memoria y hospitalidad.

El nuevo colectivo pretende organizar actividades que incluyan desde jornadas de investigación y publicaciones, hasta encuentros con diferentes bodegueros, visitas culturales y programas educativos.

La idea es abrir la vitivinicultura a la ciudadanía y al visitante, mostrando que detrás de cada copa de vino hay una amplia tradición con siglos de historia, trabajo y esfuerzo colectivo.

El nacimiento de la Sociedad de la Viña y el Vino de Chiclana llega en un momento complicado en que el sector vinícola se enfrenta a grandes desafíos, como el cambio climático, la competencia global y la necesidad de atraer a nuevas generaciones de consumidores.

En este sentido, la investigación y la difusión cultural pueden convertirse en herramientas básica para asegurar la continuidad de esta tradición.

El acto de hoy jueves no será solo una presentación institucional, va más allá pues es un símbolo del compromiso de Chiclana con su herencia vitivinícola.

La ciudad reafirma así su lugar en el mapa enológico de la comunidad autónoma andaluza y del Marco de Jerez, un territorio que lleva siglos produciendo vinos reconocidos en todo el mundo.

Al finalizar la jornada, el brindis con caldos locales no será solo un gesto protocolario, sino la confirmación de que el vino de Chiclana sigue vivo, renovado y con la mirada puesta en el esperanzador futuro.