Los obispos en la Conferencia Episcopal aplauden al final de la intervención del prresidente del CEE, Luis Argüello. Foto: YouTube CEE.
Los obispos en la Conferencia Episcopal aplauden al final de la intervención del prresidente del CEE, Luis Argüello. Foto: YouTube CEE.

La Conferencia Episcopal esquiva el escándalo Zornoza: Argüello habla más de Franco que de la denuncia de abusos al obispo de Cádiz

El presidente de la CEE despacha en menos de un minuto y sin hacer referencia directa el caso de Cádiz en un discurso de una hora

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La Conferencia Episcopal Española (CEE), al menos su presidente, Luis Argüello, ha esquivado hablar del escándalo por la denuncia de presuntos abusos a un exseminarista por entonces menor de Cádiz del obispo de Cádiz, Rafael Zornoza.

Y es que el presidente de la CEE, Luis Argüello, ha hablado en su discurso de apertura más de Franco que de la denuncia de abusos al obispo de Cádiz, que ha despachado en menos de un minuto, aunque sin hacer referencia directa, en un discurso de una hora.

Y es que sobre el papel, Rafael Zornoza sigue siendo obispo de Cádiz y Ceuta. En la práctica, nadie lo ha visto: no aparece en las imágenes difundidas por la propia Conferencia Episcopal, pese a que conserva su pleno estatus episcopal y su silla en la Plenaria. Parecía lógico que no asistiera, por el escándalo y porque, desde el Obispado de Cádiz, se dijo hace una semana, que Zornoza cancelaba su agenda para tratarse de "un cáncer agresivo" que padece.

El prelado, investigado por una denuncia de presuntos abusos sexuales cometidos en los años noventa, permanece en Madrid desde la semana pasada. El propio Obispado gaditano anunció que suspendía “temporalmente su agenda” para tratarse un “cáncer agresivo”, pero tampoco consta —a primera hora de este martes— si ha participado o no en la sesión inaugural.

Y mientras Cádiz, Roma y la Iglesia española esperan una respuesta sobre su futuro, el presidente de la CEE, Luis Argüello, ha optado por pasar de puntillas por el caso.

Menos de un minuto para los abusos: ni una mención a Zornoza

En un discurso de una hora, Argüello dedicó 55 segundos —cronometrados en la retransmisión oficial— a hablar de los abusos sexuales en la Iglesia. Y lo hizo sin mencionar al obispo de Cádiz, sin referirse al caso concreto y sin aportar ninguna novedad sobre el proceso canónico, cuya apertura reconoció la propia Conferencia Episcopal hace solo 15 días.

Estas fueron sus palabras literales: “Lo que hemos vivido en estas últimas semanas con la aparición de denuncias de casos de abusos aviva en nosotros el deseo de seguir impulsando todo esto desde el doble principio de la presunción de inocencia (…) y la libertad también que existe de denuncia (…) para discernir si prevalece la inocencia o la denuncia tiene fuerza para seguir adelante ya en un procedimiento jurídico canónico”.

Argüello hablando en su discurso de apertura del plenario de la CEE.

Argüello hablando en su discurso de apertura del plenario de la CEE. Foto: YouTube CEE.

Ni un compromiso, ni un dato, ni una explicación. Ni una sola vez pronunció “Cádiz”, “Getafe” o “Zornoza”. Nada. Más del Franquismo y el nacional catalocismo, de la muerte de Franco, de su funeral o del rey de Juan Carlos.

Minutos y minutos sobre Franco, la Transición, la memoria histórica y el aborto

Mientras que el asunto central que ocupa a la Iglesia española a día de hoy, y a la opinión pública, se diluía en segundos, Argüello dedicó varios bloques completos a discursos político-históricos. y éticos. Fue, de hecho, uno de los ejes principales de la apertura de la Plenaria.

El primer gran tema que tocó Argüello dedicó más tiempo fue el aborto, con la “cultura del descarte”, los dilemas éticos de la legislación actual, la necesidad de “defender la vida en todas sus fases”, la “pérdida de centralidad de la maternidad”, y la “presión ideológica” que —según dijo— afecta al debate público.

Y luego apareció Franco y el franquismo. Argüello habló del final del franquismo y el nacionalcatolicismo y sus sombras, a la Transición democrática, al funeral de Franco de 1975 y el papel de la Iglesia en aquel momento, la figura del Rey Emérito en el proceso político, la ley de memoria histórica, que criticó por “reabrir heridas” y “estigmatizar la acción social de la Iglesia”.

Antes, durante muchos minutos, Argüello desarrolló una tesis sobre la “memoria común”, la “reconciliación nacional”, el “papel vertebrador del cristianismo” en la sociedad española y la “lectura sesgada” que —en su opinión— fomentan determinadas leyes sobre el pasado dictatorial.

El contraste con el silencio sobre el caso Zornoza fue evidente incluso entre los propios obispos, muy atentos a cómo iba a manejarse la cuestión.

Zornoza, ausente en las imágenes y pendiente del Boletín vaticano

Aunque sigue siendo formalmente obispo residencial, no se le ha visto en ninguna toma de la retransmisión oficial en la sede de Añastro. Su nombre tampoco ha aparecido en los comunicados previos ni en la relación de intervenciones.

Roma, por su parte, mantiene la incógnita: la renuncia de Zornoza, presentada en julio de 2024 al cumplir los 75 años, podría ser aceptada “próximamente”, según señaló el lunes el propio Argüello tras reunirse con el Papa León XIV.
Pero hasta que el Vaticano lo publique en su boletín diario —algo que no ha ocurrido este martes—, Zornoza sigue siendo oficialmente el obispo de Cádiz y Ceuta.

Un clima de incomodidad en la Iglesia española

En Madrid, varios obispos admiten en privado que la gestión del caso ha sido “torpe”, “lenta” y “difícil de explicar”, después de que se conociera que la denuncia llegó hace cuatro meses y que la investigación canónica solo se abrió hace dos semanas. Algunas víctimas habían previsto acudir hoy a la sede de la CEE para protestar, pero finalmente lo han desestimado: “No sirve de nada”, explican.

Mientras tanto, en Cádiz, la diócesis continúa sin dirección efectiva y con un creciente malestar entre fieles y sacerdotes, que siguen sin comprender por qué Roma tarda tanto en tomar una decisión sobre el obispo investigado.