La lluvia que nunca llegó: el llamativo fallo de los modelos meteorológicos en Cádiz
El aviso amarillo por lluvias y tormentas se desactivó este lunes sin apenas precipitaciones
La jornada del domingo dejó en la provincia de Cádiz un cielo encapotado, humedad alta y sensación de inminencia. Todo apuntaba a la llegada de las lluvias: la Agencia Estatal de Meteorología había activado la alerta amarilla por precipitaciones y tormentas desde las dos de la tarde, con previsión de acumulados significativos en pocas horas. Pero, esta vez, el cielo jugó al despiste.
A lo largo del día, la lluvia apenas se dejó sentir. En buena parte de la provincia, los registros fueron nulos. La alerta, que se mantenía hasta medianoche en la campiña y hasta las nueve de la mañana del lunes en el litoral, se despidió sin apenas agua. Hasta la mañana de este lunes.
En Cádiz capital, prácticamente la única llegó justo al borde del final del aviso, alrededor de las 8:20 de la mañana, dejando apenas unas décimas de litro por metro cuadrado según la estación de la Aemet. Sin embargo, el episodio fue breve: apenas veinte minutos de lluvia que se notaron más en las calles del centro que en los pluviómetros.
Los datos confirman el escaso alcance de las precipitaciones. De las quince estaciones meteorológicas repartidas por la provincia, solo Grazalema —con unos 21 litros por metro cuadrado— y Tarifa —con algo más de 2— registraron cantidades apreciables. En el resto, la cifra fue prácticamente cero. Los observatorios de Jerez, San Fernando, Medina Sidonia o Rota no midieron una sola décima durante todo el episodio.
Desde MeteoCádiz y otros servicios de seguimiento local señalaban el desajuste entre los modelos de predicción y la realidad: las lluvias previstas no llegaron a tierra porque las tormentas se concentraron sobre el golfo de Cádiz. Allí, durante buena parte de la tarde del domingo, una célula tormentosa permaneció estática descargando sobre el mar, visible desde la costa, pero sin alcanzar el litoral.
El episodio deja así una estampa curiosa: una alerta amarilla sin lluvias destacables y un breve chaparrón que apareció justo cuando el aviso había concluido. Este tipo de fallos, explican los expertos, se deben a pequeños desplazamientos en las trayectorias de los frentes y en la formación de las bandas de precipitación. Un cambio de apenas unas decenas de kilómetros puede hacer que un frente descargue sobre el Atlántico y no sobre tierra firme.
La provincia amaneció este lunes todavía bajo cielos grises, con ambiente húmedo y algo más fresco, pero con una calma que contrasta con las previsiones de ayer. A partir del martes, se espera que nuevos frentes atlánticos avancen por el suroeste peninsular, dejando lluvias más generalizadas a mitad de semana.
Mientras tanto, Cádiz se despide de un episodio que parecía anunciar el retorno pleno del otoño y que terminó regalando una imagen simbólica: un arcoíris sobre Santa María del Mar, tras un breve chubasco que cerró la alerta con más color que agua.
