Cartel de presentación de la novela, en tonos verdes y grises, con la portada del libro y el rostro del autor.
Novela "Esfumarse" de José Antonio Durán.

La novela que desnuda la salud mental y el miedo a desaparecer, "Esfumarse", de José Antonio Durán Quiñones en Chiclana

El gaditano José Antonio Durán Quiñones retrata las heridas invisibles de una sociedad al borde del colapso en su novela «Esfumarse»

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El escritor José Antonio Durán Quiñones (nacido en Cádiz, 1982) se adentra en las grietas más profundas del ser humano y del tiempo que habitamos.

Su novela "Esfumarse", publicada por la editorial Sloper y ganadora del Premio Andratx Baltasar Porcel de Novela 2025, se presenta este próximo sábado día 29 de noviembre en el Centro de Interpretación del Vino y de la Sal, en un acto organizado por la Fundación Fernando Quiñones con la colaboración de la Librería Bibliopola.

El periodista y escritor Juan José Téllez será el encargado de introducir la trayectoria del autor y su obra, en una cita que tendrá acceso libre hasta completar aforo.

La propuesta literaria de Durán Quiñones se aleja de los moldes convencionales. "Esfumarse" mezcla la ficción especulativa, la narrativa psicológica y la denuncia social, entrelazando el relato íntimo de una mujer con una radiografía descarnada del presente.

En palabras del propio autor, la novela trata de “dar voz al grito de auxilio del enfermo que no entiende lo que le pasa y se culpa por ello”, en alusión a los trastornos mentales que afectan a un número creciente de personas en un contexto marcado por la precariedad, la soledad y la presión social.

A través de un estilo que oscila entre lo poético y lo perturbador, Durán Quiñones convierte el cuerpo de su protagonista, Clara, en un lienzo sobre el que se proyectan las heridas de una sociedad que está fragmentada.

La historia comienza de manera absurda y aterradora cuando en una mañana cualquiera, mientras toma café con su amiga Uca, Clara descubre que el lóbulo de su oreja izquierda ha desaparecido sin causa aparente. Lo más inquietante es que nadie parece percatarse del hecho. Ni su amiga, ni nadie del resto del mundo.

A partir de ese instante, lo invisible se convierte en metáfora. Clara, incapaz de comprender lo que le ocurre, oculta su deformidad bajo el cabello mientras el miedo la va consumiendo.

Conforme otras partes de su cuerpo comienzan también a esfumarse, resurgen los recuerdos de una vida marcada por la culpa pero también por el acoso escolar, la violencia obstétrica y la depresión, temas que el autor aborda con crudeza y sensibilidad.

En paralelo, el país que la rodea se hunde en un declive democrático, donde los discursos de odio y el auge de la extrema derecha se imponen como síntomas de un malestar colectivo.

Durán Quiñones plantea así una reflexión inquietante y una pregunta: ¿es Clara quien se desvanece o es la sociedad la que ha decidido dejar de mirar? En esa pregunta late el corazón de una obra que explora la tremenda despersonalización contemporánea, la pérdida del sentido de comunidad y la incapacidad de empatizar con el dolor ajeno.

La novela, escrita con una prosa que conjuga precisión lírica y ritmo narrativo, propone una lectura simbólica como es la desaparición física como reflejo del borrado emocional y político.

En un país donde la salud mental continúa siendo un tabú y donde la violencia —ya sea de tipo psicológico, institucional o social— adopta formas cada vez más sutiles, "Esfumarse" actúa como espejo y advertencia.

Con este trabajo, José Antonio Durán afianza una voz literaria que se caracteriza por su valentía temática y su mirada crítica. Antes de esta obra, el gaditano había sorprendido con "Limpiacristales bajo el fregadero" (del año 2023) y su primera novela "Somos raza" (del año 2024), en las que ya se intuía una inclinación por los personajes heridos y los dilemas éticos.

En "Esfumarse", el autor logra ir un paso más allá, tejiendo una historia que trasciende el drama individual hasta llegar a convertirse en alegoría del olvido colectivo. Mientras el cuerpo de Clara desaparece, también lo hacen la memoria, la empatía y la justicia. Y en ese vacío, Durán Quiñones coloca al lector frente a un espejo que resulta incómodo: el de una sociedad que se borra a sí misma mientras mira hacia otro lado.