La plantilla de Emasa estalla contra el Ayuntamiento: “Basta ya de usar la empresa como un cortijo político”
El comité exige el fin del “boicot deliberado” y reclama un convenio justo tras dos años de negociaciones fallidas con el Ayuntamiento
El comité de empresa de la Empresa Municipal de Movilidad de Cádiz (Emasa) ha decidido pasar a la acción. La paciencia de la plantilla parece haberse agotado al no cerrar un nuevo convenio colectivo pese a los encuentros y acuerdos que parecía, señala, se iban alcanzando.
Tras más de dos años de negociaciones infructuosas, la plantilla de la empresa municipal ha anunciado un calendario de movilizaciones en protesta por lo que considera “un boicot descarado, constante y premeditado” del Ayuntamiento de Cádiz.
Según señala el comité en una nota de prensa, la dirección de Emasa ha incumplido acuerdos alcanzados, ha roto compromisos previos y ha amenazado con eliminar derechos laborales consolidados durante más de veinte años. “La empresa se ha convertido en un cortijo político al servicio de unos pocos”, denuncian los trabajadores.
“Basta ya de usar Emasa como un cortijo político”, sentencia el escrito de la representación de la plantilla de la empresa publica.
El comité acusa al Ayuntamiento de Cádiz de “bloquear deliberadamente” la firma del nuevo convenio colectivo, lo que ha generado un profundo malestar entre los empleados. Afirman que el retraso en las negociaciones está provocando una pérdida progresiva de derechos, un aumento de la carga laboral y una degradación del ambiente interno.
“Los trabajadores están agotados, frustrados y sienten que se les está faltando al respeto”, aseguran estas fuentes sindicales.
Entre las principales críticas, los representantes destacan el uso de empresas de trabajo temporal (ETT) para cubrir puestos estructurales, una práctica que consideran ineficiente y contraria a la naturaleza pública de Emasa. “Mientras se externalizan tareas y se despilfarra dinero público, la plantilla estable sigue sin refuerzos”, denuncian.
También apuntan a una “mala gestión generalizada” del servicio, especialmente en áreas como la zona azul y los aparcamientos públicos, donde aseguran que las actuaciones se realizan “sin planificación ni criterio”. “Se pinta un día y se borra al siguiente; es la imagen perfecta del caos institucional”, afirman.
Los trabajadores acusan al Ayuntamiento de aplicar un “doble rasero”: gastar sin control cuando se trata de proyectos propios y recortar cuando se trata de mejorar las condiciones de la plantilla. “Es una gestión basada en el desprecio, la improvisación y el autoritarismo”, sostienen.
El comité exige que el consistorio “ponga fin al boicot, respete el trabajo de la mesa de negociación y dé las órdenes necesarias para desbloquear la firma del convenio colectivo”. Además, reclama “una gestión pública seria, transparente y al servicio de los ciudadanos y los trabajadores”.
Con las movilizaciones ya en marcha, la plantilla de Emasa se prepara para un otoño caliente. Los trabajadores advierten de que no darán marcha atrás hasta conseguir “un convenio digno y el respeto institucional que merecen”. “No vamos a callar mientras destruyen la empresa pública”, concluyen.