
La Policía Nacional incauta más de 11 toneladas de hachís ocultas entre melones en Algeciras y Málaga
Las operaciones, desarrolladas en coordinación con Marruecos, se saldaron con diez detenidos que ya han ingresado en prisión

La Policía Nacional golpeado, de nuevo, al narcotráfico con la desarticulación de una red criminal de origen hispano-marroquí dedicada a introducir grandes cantidades de hachís en España.
En dos operaciones realizadas en menos de una semana, los agentes intervinieron más de 11 toneladas de droga oculta en cargamentos de fruta y muebles.
Las investigaciones culminaron con la detención de diez hombres que, tras pasar a disposición judicial, ingresaron en prisión preventiva como presuntos responsables en delitos de tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal.
Operación antidroga en el puerto de Algeciras
La primera operación se remonta al pasado 10 de septiembre, momento en el que los investigadores interceptaron un camión con remolque frigorífico que había desembarcado en el Puerto de Algeciras y circulaba por Málaga.
El vehículo estaba acompañado por dos turismos que actuaban como “lanzadera”, una técnica muy habitual por las organizaciones para detectar la presencia policial en carretera y alertar al conductor principal de posibles controles.
En apariencia, el tráiler transportaba palés de melones, pero tras la inspección directa se descubrió que el cargamento ocultaba 9.300 kilos de hachís. En el operativo se procedió a la detención de seis personas vinculadas a la red, quienes ingresaron de forma directa en prisión tras ser puestas a disposición de la autoridad judicial.
La investigación, que se había iniciado en julio gracias al intercambio de información con la Dirección General de Seguridad Nacional de Marruecos, facilitando el confirmar que la organización planeaba utilizar rutas marítimas desde Tánger hasta Algeciras para introducir esta droga en España de forma sistemática.
La segunda operación se desarrolló apenas unos días antes, el 5 de septiembre, cuando los agentes seguían la pista de una furgoneta que había llegado desde Tánger y teniendo como destino final en la ciudad de Málaga.
El vehículo también estaba protegido por un coche lanzadera con dos ocupantes en su interior que tenían la misión de vigilar posibles controles policiales durante el trayecto.
Al registrar la furgoneta, los investigadores hallaron un ingenioso sistema de ocultación en el que el hachís, en fardos de arpillera y paquetes envueltos en plástico, se encontraba escondido dentro de muebles y en dobles fondos al efecto practicados en el suelo del vehículo.
En total se intervinieron 1.825 kilos de droga, también de 14.000 euros en efectivo, cuatro vehículos y ocho teléfonos móviles.
En este caso fueron arrestadas cuatro personas, también acusadas de pertenencia a organización criminal así como de tráfico de drogas. Tras comparecer ante la autoridad judicial, se ordenó también su ingreso en prisión.
Ambas investigaciones han estado tuteladas por la Fiscalía Especial Antidroga de la Audiencia Nacional y del Campo de Gibraltar, gozando con la estrecha colaboración de las autoridades marroquíes, tanto a nivel policial como judicial.
Este trabajo conjunto permitió identificar y desmantelar el entramado hispano-marroquí que pretendía emplear distintos métodos de ocultación para introducir grandes cantidades de hachís en territorio español.
La magnitud de la operación, con más de 11 toneladas de droga intervenidas en menos de una semana, supone uno de los mayores golpes recientes contra el narcotráfico en el sur de la península.
La Policía Nacional recalcó la importancia de estas actuaciones para frenar el tráfico internacional de estupefacientes que utilizan las costas andaluzas como puerta de entrada hacia Europa.