Fotografía de Esther Gil de Reboleño junto a representantes de colectivos ecologistas, reunidos frente a un cartel informativo de la Laguna de La Janda. La imagen muestra a la diputada conversando con los activistas mientras señalan detalles del panel, en un entorno exterior y con luz natural. El cartel del humedal aparece claramente visible como elemento central de la escena.
Esther Gil de Reboleño conversa con activistas ecologistas ante el cartel informativo de la Laguna de La Janda.

La recuperación de la Laguna de La Janda llega al Congreso: reclaman devolver el humedal al dominio público

Sumar alerta de que sigue en manos privadas pese a su carácter público reconocido hace más de medio siglo

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La recuperación de la Laguna de La Janda ha llegado al Congreso La diputada de Sumar por Cádiz, Esther Gil de Reboleño, ha llevado al Congreso de los Diputados una reclamación histórica: que el Estado recupere la Laguna de La Janda.

El antiguo humedal gaditano que continúa en manos privadas pese a que una sentencia del Tribunal Supremo de 1967 reconoció que buena parte de sus terrenos forma parte del dominio público hidráulico. Más de medio siglo después, la resolución sigue sin ejecutarse y la zona permanece ocupada por grandes explotaciones agrarias, un escenario que la diputada define como “una anomalía jurídica y ambiental insostenible”.

Gil de Reboleño denuncia que la falta de acción administrativa ha permitido que los propietarios mantengan un uso privado del espacio, desarrollando cultivos superintensivos que consumen enormes cantidades de agua y deterioran un suelo que, recuerda, “nunca debió dejar de ser público”. Según la diputada, esta situación “beneficia únicamente a empresas de fuera de Andalucía”, mientras que la provincia de Cádiz pierde biodiversidad, recursos y oportunidades de desarrollo sostenible.

La cuestión de la titularidad pública de la Laguna de La Janda arrastra décadas de controversia. La sentencia del Supremo emitida en 1967 estableció que parte de los terrenos desecados pertenecían al dominio público del Estado.

Sin embargo, pese a ser firme, nunca fue ejecutada. La Junta de Andalucía abrió un expediente de investigación patrimonial para aclarar la propiedad, pero su conclusión —al considerar los terrenos privados basándose en títulos derivados de la concesión de aguas para la desecación— contradijo, según Gil, “el espíritu y el fundamento de la resolución judicial”.

El propio Gobierno andaluz remitió ese expediente al MITECO hace dos años para que determinara oficialmente la existencia de dominio público. Desde entonces no ha habido avances.

Para la diputada, esta inacción ha permitido que continúen actividades agrarias intensivas, como plantaciones de aguacates, olivos y arrozales, que presionan los acuíferos y no generan empleo estable en la comarca. “Ni un euro de beneficio se queda en Cádiz; la riqueza de estas explotaciones se marcha fuera mientras aquí se degrada el territorio”, critica.

Un patrimonio natural que exige ser restaurado

La Laguna de La Janda, antes de su desecación en la década de 1950, fue el mayor humedal interior de la península ibérica y un enclave de referencia para aves migratorias, fauna acuática y ecosistemas asociados al agua. Su desaparición alteró profundamente el equilibrio ecológico de la zona, y desde hace años diversas organizaciones reclaman su recuperación, al menos parcial, como parte de una estrategia ambiental de futuro.

Gil recuerda que la restauración del humedal no solo supondría cumplir con una obligación legal, sino también recuperar un espacio con enorme valor ambiental, histórico y social. “La Janda debe volver a ser de todos y para todos. Su recuperación sería un ejemplo real de compromiso con la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y la justicia territorial”, afirma.

La diputada insiste en que el Gobierno central debe actuar “de forma inmediata”. Explica que el propio Secretario de Estado de Medio Ambiente, en una reunión mantenida con organizaciones ecologistas, reconoció el carácter público de al menos parte de los terrenos y se comprometió a crear una mesa de diálogo para coordinar la salida progresiva de las actividades privadas y planificar la restauración ambiental del humedal.

Esa mesa, sin embargo, sigue sin convocarse. Por ello, Gil de Reboleño ha registrado una pregunta parlamentaria para exigir al MITECO que aclare qué pasos concretos piensa dar para recuperar el espacio. “No podemos permitir que pase un año más sin avances.

El Estado tiene la obligación de defender su patrimonio y de proteger un entorno que pertenece a toda la ciudadanía”, afirma.

La diputada destaca que la recuperación de la Laguna de La Janda no debe entenderse como un conflicto entre administraciones, sino como un objetivo común para restablecer la legalidad y asegurar un futuro ambiental sostenible para la provincia.

Reitera que se trata de “una oportunidad única” para corregir décadas de abandono y apostar por un modelo que combine actividad económica, conservación del agua y recuperación de suelos.