Grupo de jóvenes pisando la uva tintilla de rota.
Pisada de la Tintilla en Rota.

La Tintilla de Rota vuelve a llenar la Plaza Bartolomé Pérez con su pisada popular

La iniciativa de Bodegas El Gato y del Ayuntamiento de Rota demuestra que las tradiciones, cuando se viven en comunidad, se fortalecen y proyectan hacia el futuro

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La Tintilla de Rota, uno de los patrimonios vitivinícolas más singulares de Andalucía, vuelve a ser protagonista en los últimos días de agosto. La plaza Bartolomé Pérez, flanqueada por el Castillo de Luna y la parroquia de Nuestra Señora de la O, será de nuevo el escenario de esta cita que es una mezcla de tradición, cultura y participación ciudadana.

El próximo viernes 29 de agosto, a partir de las 20:30 horas, vecinos y visitantes podrán vivir una experiencia especial como es la pisada popular de la uva Tintilla. Este acto no solo rinde homenaje a un producto típico de la localidad, sino que además acerca a todos la historia y el proceso de elaboración de uno de los mejores vinos y más reconocidos de la provincia de Cádiz.

La iniciativa, impulsada por Bodegas El Gato cuenta con el apoyo de la Delegación Municipal de Cultura, se ha afianzado en los últimos años como uno de los momentos más esperados en el marco del programa del Verano Cultural.

Su amplio carácter participativo convierte a los asistentes en protagonistas directos de una tradición que une a varias generaciones en torno al vino.

La velada contará además con un componente artístico y es que los artistas locales Pepi Escalante, Agustín y Laura Pirri serán los encargados de amenizar la jornada con actuaciones en directo, contribuyendo a crear un ambiente de fiesta que cada año llena la plaza de público.

¿Qué es la pisada de la Tintilla de Rota?

La “pisada de la uva” es una práctica muy antigua que consiste en extraer el mosto mediante la presión de los pies sobre los racimos. En el caso de Rota, la pisada de la Tintilla tiene un valor simbólico y cultural, pues no solo revive un método tradicional de vinificación, también se ha convertido en un acto de identidad local.

En tiempos pasados, esta tarea se realizaba en los lagares familiares, donde hombres y mujeres se turnaban a fin de obtener el jugo que posteriormente se fermentaba. Aunque hoy en día las bodegas emplean sistemas modernos de prensado, la pisada popular se mantiene como una recreación festiva que sirve para recordar las raíces vitivinícolas.

El vino Tintilla de Rota, elaborado a partir de esta variedad autóctona de uva tinta, destaca por su color intenso, su grato sabor afrutado y su carácter único. Su producción, limitada y vinculada al municipio, lo convierte en un producto de enorme prestigio que ha traspasado fronteras y que cuenta con un reconocimiento creciente en el ámbito enológico.

La Tintilla de Rota hunde sus raíces en siglos de Historia. Documentos de los siglos XVII y XVIII ya mencionaban este vino como un producto de calidad que se exportaba a diferentes puntos de España. Su carácter dulce y su capacidad para conservarse durante largos trayectos lo convirtieron en un producto muy valorado en mercados externos.

La pisada popular, en cambio, tiene un origen más cercano y vinculado a la recuperación de la tradición vinícola en Rota. Durante buena parte del siglo XX, la producción de la Tintilla sufrió un fuerte retroceso ocasionado por los cambios en los hábitos de consumo y a la competencia de otras variedades.

Pero el empeño de bodegas locales y de la sociedad civil permitió rescatar este patrimonio, devolviéndole la importancia cultural que siempre tuvo.

Hoy, la pisada de la Tintilla no solo es una fiesta popular, es todo un símbolo de resistencia y de orgullo roteño. Al participar en ella, vecinos y visitantes se sumergen en una experiencia que conecta pasado y presente, tradición y modernidad.

La celebración en torno a la Tintilla va más allá de la degustación de un producto enológico ya que se considera un evento cultural que proyecta la imagen de Rota como destino turístico y gastronómico.

El entorno histórico de la plaza Bartolomé Pérez, con el Castillo de Luna como telón de fondo, da más atractivo a una cita que une patrimonio monumental, música en vivo y tradición vinícola.