Buen ammbienge y numeroso público en el Mercado Central en esta edición 2025 de los Tosantos.
Buen ammbienge y numeroso público en el Mercado Central en esta edición 2025 de los Tosantos. Foto: Eulogio García.

Los Tosantos de Cádiz coge aire: más puestos, más luz y mejor ambiente en los mercados

La fiesta deja mejor sensación que el año pasado en un acierto del Ayuntamiento y Asodemer al incentivar la participación

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Tosantos ha cogido aire en Cádiz. Al menos un poco. La fiesta de los mercados, que el año pasado dejó una imagen apagada y de escasa participación, ha vivido este 2025 una edición claramente mejor. Sin alardes, sin grandes masas ni euforias, pero con una sensación mucho más agradable y mayor seguimiento.

Y buena parte del mérito hay que anotarlo en el haber del Ayuntamiento de Cádiz y, sobre todo, de Asodemer, cuya apuesta por incentivar económicamente a los detallistas y reforzar la iluminación y la programación ha tenido efecto.

Este año participaron cerca de cincuenta puestos —casi el doble que en 2024—, veintiséis en el Mercado Central y veinticuatro en el Virgen del Rosario. El ambiente fue mucho más animado, ayudado también por la tregua del tiempo: la lluvia, que el año pasado aguó la jornada, cesó con suficiente antelación para que la gente volviera a llenar las plazas.

El resultado: pasillos con vida, puestos abiertos, más iluminación y un público que volvió a mirar con cierta ilusión a una tradición que, aunque no pasa por su mejor momento, sigue respirando.

Numeroso público quiso inmortalizar las obras de este año de los puestos.

Numeroso público quiso inmortalizar las obras de este año de los puestos. Foto: Eulogio García.

Más luz y más vida

El Mercado Central ofreció una imagen mucho más cuidada que la de 2024. El alumbrado interior y exterior (a cargo de Ximénez Iluminación) evitó esa sensación de penumbra que tanto se criticó el año pasado, y los puestos decorados dieron un aire festivo que recordaba a ediciones mejores.

Hubo música, superhéroes y superheroinas recorriendo los pasillos, sí, no muy de Tosantos, pero efectivos: atraen a los pequeños, ellos a los mayores, y la plaza se anima.

Animación del Mercado Central.

Animación del Mercado Central. Foto: Eulogio García.

El reparto de fruta a niños y niñas en el exterior fue la única animación fuera del mercado, pero el interior sí mantuvo movimiento durante buena parte de la tarde. El Rincón Gastronómico registró buena afluencia, demostrando que muchos puestos, más allá del concurso, hicieron lo que dio origen a esta fiesta: abrir, vender y compartir la jornada con su clientela habitual y los curiosos de siempre.

En el Virgen del Rosario el ambiente también fue notable. Hubo colas para entrar en algunos momentos y para recoger las piezas de fruta del popular trenecito de Hulk. Quizás con algo menos de iluminación que el Mercado Central, pero con más animaciones y un equilibrio acertado entre público, música y participación.

Colas para acceder al Mercado del Rosario.

Colas para acceder al Mercado del Rosario. Foto: Eulogio García.

Los puestos, en ambos mercador, volvieron a convertir la actualidad en materia prima de sus exornos. Entre los temas más repetidos: versiones de Disney de Cádiz (que se dejó ver en los dos mercados), los guiños a Sálvame y Supervivientes Caleteros, el inevitable Ábalos, Koldo y compañía, las referencias al Cádiz CF y los ecos del mundo del cine con Jurassic Park, Cazafantasmas o la saga Disney/Pixar.

Tampoco faltaron los toques de identidad local: la familia romana del puesto 13 de la panadería, el Cádiz Romana, los guiños a la Semana Santa, los tosantos del mundo y hasta los parques de Cádiz con el Kichipark y la fuente de los niños del paraguas.

El humor también tuvo su espacio con propuestas como El show del Salmonete y el Piota (Javi Aguilera y Carlos Mení) y el ingenioso Estadio Nuevo Mandarina, un estadio de frutas en homenaje al fútbol y a la creatividad gaditana, entre muchas ocurrencias.

Una de las animaciones del Mercado del Rosario. Foto: Eulogio García.

Una de las animaciones del Mercado del Rosario. Foto: Eulogio García.

Una tradición que se resiste a desaparecer

Tosantos no es lo que era, eso está claro. Pero este año ha demostrado que puede mantenerse con algo de visa si se la cuida y se la acompaña. Halloween está fuerte. Pero el esfuerzo de los detallistas, el empuje de Asodemer y las medidas del Ayuntamiento han devuelto al menos parte de ese ambiente. Hay más participación, más luz, más público y, sobre todo, una sensación general de mejora.

Porque si el año pasado tocó ser muy críticos, este año toca reconocerlo: cuando se acierta, se acierta. Y esta vez, Asodemer y el Ayuntamiento de Cádiz ha jugado bien sus cartas, poco más pueden hacer, la verdad. Tosantos ha cogido algo de aire. Y eso, en estos tiempos de calabazas y disfraces importados, ya es mucho.