Ruinas fenicias en el espacio Nueva Gadeira con pasarelas para su visita.
Espacio monumental de Nueva Gadeira en Chiclana.

Nueva Gadeira: un viaje al pasado histórico y al origen fenicio de Chiclana

La experiencia culmina con una visita a la Torre Mirador, desde la cual se pueden contemplar las panorámicas de la Bahía de Cádiz, San Fernando, Medina, Conil y el mítico Sancti Petri

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Chiclana, en plena Bahía de Cádiz, guarda bajo sus calles y edificios un pasado de tiempos milenarios que ahora el público puede visitar gracias al Espacio Arqueológico Nueva Gadeira.

Se trata de un moderno centro de interpretación ofrece un recorrido inmersivo para descubrir los orígenes fenicio-púnicos de la ciudad para poder comprender mejor su papel en la historia del litoral gaditano.

El visitante es recibido en un espacio en el que se combina tecnología avanzada con el valor de los restos arqueológicos. Todo ello a través de recursos multimedia, proyecciones de carácter envolvente y paneles interactivos, de esta forma se reconstruye la vida en la antigua ciudad asentada en el Cerro del Castillo, un enclave estratégico que está habitado desde el Bronce Final y que, con el paso de los siglos, fue poblado por fenicios, romanos, musulmanes y castellanos.

El recorrido incluye el yacimiento arqueológico, en una interesante línea del tiempo con recreaciones virtuales, vitrinas con reproducciones de piezas halladas, una sala inmersiva 360º en la que se cuenta la historia de la Edad Media a la época contemporánea y un aula didáctica.

La experiencia culmina con una visita a la Torre Mirador, desde la cual se pueden contemplar las panorámicas de la Bahía de Cádiz, San Fernando, Medina, Conil y el mítico Sancti Petri.

Tres mil años de historia en un mismo lugar: Chiclana

El Cerro del Castillo ha sido testigo de más de tres milenios de presencia humana. En el siglo VIII a. C., los fenicios construyeron aquí una ciudad fortificada con murallas de cajones y un trazado urbano planificado.

El enclave, situado en tierra firme aunque muy próximo a la costa de entonces, ofrecía protección frente a temporales y a los invasores, además de un puerto natural conectado al río Iro.

En esta ciudad vivieron siervos, comerciantes y soldados que se relacionaban al templo de Melkart, divinidad tutelar de Gadir. Su emplazamiento facilitaba el control de rutas marítimas y observar a gran distancia, algo que sigue siendo posible merced al mirador actual.

Con el paso de los siglos, el lugar fue romanizado, se transformó posteriormente en fortificación almohade y más tarde en el castillo de Alonso Pérez de Guzmán “El Bueno” en el siglo XIV. En épocas más recientes, albergó un cementerio y bodegas, ya en el año 2006 comenzaran las excavaciones que siguen abiertas hoy.

La arquitectura del Espacio Arqueológico refleja su esencia puesto que su fachada ha sido concebida como “una caja que contiene un tesoro”: el origen de Chiclana.

El diseño exterior reproduce tres capas del desarrollo urbano donde es llamativo el trazado contemporáneo, luego la muralla excavada y las tres hipótesis de crecimiento de la ciudad fenicia entre los siglos VIII y IV a. C.

Este planteamiento permite que, desde fuera, que el visitante intuya la historia que encontrará en el interior, como si se tratara de un libro que se lee capa a capa.

El Espacio Arqueológico Nueva Gadeira ofrece visitas guiadas gratuitas en las que se mezcla la narración histórica con la tecnología más puntera. De este modo, la arqueología se convierte en una experiencia interesante y muy accesible, tanto para investigadores como para el público general.

La propuesta busca no solo mostrar la Historia de Chiclana, sino también reivindicar su papel que tiene todo el conjunto de las islas Gadeiras, núcleo comercial y cultural del Mediterráneo occidental hace tres mil años.

Más allá de su indudable valor turístico, este centro es una “antorcha” que ilumina el pasado fenicio, romano y medieval de Chiclana y de Cádiz. Cada nuevo hallazgo, cada capa de tierra retirada, aporta muchos interesantes datos sobre la vida, el comercio y las costumbres de quienes habitaron la Bahía de Cádiz.

En palabras de sus impulsores, este es solo el principio pues “aún queda mucho por excavar, mucho por conocer acerca de esta Nueva Gadeira. Estamos en camino”.