
Pepe Viyuela y Sara Águeda dan vida a Guitón Onofre, el pícaro perdido, en el Teatro Moderno de Chiclana
La pieza fue estrenada con gran éxito en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro 2024

Chiclana recibe este miércoles 13 de agosto, a las 21.30 horas, una de las propuestas escénicas más singulares y llamativas de la temporada. El Teatro Moderno será el escenario de Guitón Onofre, el pícaro perdido, obra que está protagonizada por Pepe Viyuela, actor de reconocida trayectoria que, fiel a su espíritu, que sigue definiéndose como “payaso” antes que nada.
Dirigida por Luis D’Ors, se trata de una producción que cuenta también con la participación de Sara Águeda, arpista que está especializada en música antigua y cómplice dramática de Viyuela en esta aventura teatral.
La propuesta combina una inteligente interpretación y música en directo, en un ejercicio de teatro íntimo que rescata para el público contemporáneo a un personaje que es muy poco conocido, pero cargado de fuerza literaria y simbolismo.
Un antihéroe del Siglo de Oro en Chiclana
Guitón Onofre, el pícaro perdido es una obra basada en un texto del siglo XVII que, según la crítica, sirve para hacer un retrato “a un antihéroe astuto, desafiante y contradictorio que sobrevive como puede en un mundo que le niega todo”.
La pieza fue estrenada con gran éxito en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro 2024, en el que consiguió elogios por su fidelidad al original y su capacidad para conectar con las inquietudes actuales.
Se trata de un relato autobiográfico en clave de comedia, que está salpicado de interludios musicales, que sigue las peripecias de un joven marcado por una infancia desdichada así como por un entorno hostil. Obligado a buscarse la vida por los márgenes, Onofre encarna el ingenio pero también a la supervivencia y la ironía frente a las adversidades.
El texto ha sido adaptado por Bernardo Sánchez y el propio Viyuela, en un trabajo que mantiene el sabor del original estilo barroco pero lo acerca mucho al espectador de hoy.
Temas como el hambre, la desigualdad, la impostura necesaria para subsistir y la resiliencia en los márgenes van tomando una resonancia particular en este montaje.
Sobre una escenografía austera, Viyuela despliega un registro interpretativo que transita entre el monólogo, la farsa, la confidencia y un más que interesante el juego verbal. En este escenario desnudo, la palabra y el gesto cobran protagonismo, todo ello mientras que Águeda acompaña y dialoga con el actor desde su arpa, aportando una dimensión musical que enriquece mucho el relato.
La crítica especializada ha dicho que Guitón Onofre “no es solo una recuperación literaria: es un acto de justicia escénica con un personaje que revela la dignidad del oprimido”.
Viyuela convierte al pícaro en un espejo de nuestra época, en el que lo dota de un humor negro que se mezcla con la ternura y la compasión por quienes viven fuera de los cánones establecidos.
En este sentido, el montaje no solo rescata una figura olvidada, también sirve para convertirlo en símbolo de resistencia. “El teatro es aquí el refugio de los que no encajan, de los que, como Guitón, nunca se rinden”, dice uno de los comentarios recogidos tras su paso por Almagro.
La función de este miércoles en el Teatro Moderno supone una oportunidad única para disfrutar de dos intérpretes que tienen una total sintonía, en un formato que combina la palabra, la música y la emoción.
El público tendrá ocasión de ver a un Viyuela en estado puro, siempre un actor capaz de alternar el humor con la reflexión más profunda, y de descubrir a una Sara Águeda que, con su tremendo virtuosismo al arpa, aporta texturas sonoras que envuelven y acentúan la acción dramática.
La velada promete ser un viaje muy interesante a través del tiempo y la literatura, pero también una reflexión sobre la condición humana y la capacidad de encontrar belleza más allá de las vidas más duras.