Imagen de la zona de 'pista' del Nuevo Mirandilla justo antes del inicio del concierto. Foto: Redes Sociales.

Pinchazo de Jennifer López en Cádiz: mucho show y poco público

Era jueves, hoy actúa en Málaga, precios desorbitados, promoción tras promoción… la diva no logró llenar ni la mitad del aforo

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Ahora que estamos en pleno Sanfermines, lo de ayer de Jennifer López en el Nuevo Mirandilla fue un revoleo de esos que dan los toros en los encierros de Pamplona. Allí, hay guiris que se preocupan más por grabarse que por correr delante del toro. En Cádiz, el Miura fue la taquilla, y los promotores parecieron esos turistas: despistados, aspiracionistas y confiados.

JLo aterrizó el 10 de julio en el Nuevo Mirandilla con su espectáculo de diva mundial, pero se encontró con un pinchazo de público que dejó al estadio desangelado. Era jueves, era Cádiz, y más de 100 € por entrada. Las promociones de última hora no evitaron lo que ya se olía como fiasco hace semanas. Cádiz se dio el gusto de tener una estrella internacional. Ahora queda pagar la cuenta.

Jennifer López en plena actuación.

El espectáculo y Jennifer López sí estuvieron a la altura. Foto: Eulogio García.

El show, eso sí, fue potente. Lo que se espera de una artista internacional. JLo estuvo arropada por un nutrido grupo de baile, con coreografías y cambios de ropa constante. Todo medido al milímetro, como el espacio acotado para los fotógrafos: justo la zona delantera donde más público se concentraba. Pero la magia de las redes sociales desmontó el plano cerrado. Las imágenes del estadio medio vacío hablaron solas. Eso sí, los palcos más caros parecían tener una buena y bien regada afluencia.

Colas para acceder al concierto de Jennifer López.

Ambiente brillante y expectación en las colas… dentro la realidad fue otra. Foto Eulogio García.

La entrada fue comparable a la que registraba el Cádiz CF en sus peores tiempos en Segunda B. Muy lejos de la ambición del que llamaron “ciclo Champions” con el que se presentó esta programación veraniega. La entrada de ayer fue, como mucho, de Liga Hypermotion.

Más allá del despliegue, el error parece estar en la base misma: elegir un jueves. Cádiz tiene poco más de 110.000 habitantes y necesita que venga público de fuera para llenar el estadio con un concierto. ¿Y quién se desplaza un jueves laborable por la noche? Porque por mucho julio que sea, mucha gente trabaja.

Público del concierto de Jennifer López antes del show con muchos asientos vacíos detrás

El público estaba esperando, pero estaba claro que el Nuevo Mirandillo se ibaa quedar medio vacío. Foto: Eulogio García.

Menos aún con entradas que iban desde los 60 euros en el fondo norte hasta los 375 en el Front Stage con acceso preferente. La pista costaba entre 90 y 120 euros, y zonas como la tribuna o preferencia rondaban los 150-160. Incluso se ofrecían paquetes VIP por más de 1.500 euros que incluían conocer a la artista. Una propuesta de alto nivel… y alto coste. Hoy, viernes, Jennifer López canta en Málaga, justo al lado y con alta probabilidad de una gran entrada. La diferencia de planteamiento es evidente. En Pontevedra actuó también entre semana… pero el miércoles, a más de 1.000 kilómetros. En fin de semana era un día ideal. No lo eligieron. O no pudieron hacerlo.

Estadio medio vacío durante el concierto.

Imagen que circula en redes tomada durante el concierto. Foto: Redes Sociales.

La participación del Ayuntamiento (como colaborador) y del Cádiz CF, que este año sí facilitó el estadio tras haber puesto algunas trabas para conciertos en años anteriores, forma parte de esa voluntad de poner a Cádiz en el mapa internacional. Pero la apuesta ha salido mal. El contraste de la entrada de Jennifer López con el llenazo de Antoñito Molina en el arranque del ciclo es demoledor.

El coste del espectáculo fue tan internacional como su protagonista: un caché millonario, despliegue técnico, logística transoceánica, equipo numeroso… y todo para una entrada que no respondió. Un capricho que tendrán que pagar los promotores, que sabían perfectamente de lo arriesgado de un planteamiento casi abocado al fracaso desde su génesis.

Jennifer López en un momento de su coreografía

Escénicamente impecable: coreografía y entrega sobre el escenario. Foto: Eulogio García.

El resultado fue ese: buen concierto, potente producción, estrella sobre el escenario y demasiadas sillas vacías en las gradas y huecos en la zona de pista. Los promotores quisieron pensar en grande, pero olvidó pensar desde abajo. Y la diferencia se notó en cada asiento vacío.

Mientras tanto, la música continúa en el otro extremo de la ciudad. Este viernes, Marc Anthony —exmarido de Jennifer López, por cierto— canta en el ciclo Músicas del Mar. La misma semana (pero en fin de semana), la misma ciudad, pero otro día, otro público… A ver qué tal se le da a la taquilla.