Polémica en Puerto Real por la reparación de los daños ocasionados por el temporal en diferentes colegios

El Ayuntamiento continúa trabajando con los centros escolares más afectados por el temporal Bernard, cuyos daños se produjeron el 19 de octubre y días posteriores, sin que hasta ahora la administración competente, que es la Junta de Andalucía, haya dado un paso para contribuir al arreglo, y que la comunidad educativa pueda recuperar el normal desarrollo del curso lectivo, como es su obligación.
Daños en colegios
Ayer mismo la alcaldesa de la ciudad, Aurora Salvador, así como otros miembros del gobierno municipal con competencias en la materia (Educación, Infraestructuras y Mantenimiento), se reunieron con las asociaciones de padres y madres del colegio del Río San Pedro y de la Escuela Infantil Elvira Lindo, centros que han sufrido los daños más graves.
En el Río San Pedro se han roto dos de las claraboyas que se encuentran en el distribuidor del colegio, de modo que esta zona de acceso a las distintas aulas se encuentra totalmente a la intemperie, expuesta todavía a las lluvias que se han producido a posteriori y a las que vengan en próximos días.
En la escuela infantil Elvira Lindo, las láminas de caucho instaladas en el tejado se han desprendido por la fuerza del viento, dejando las cubiertas al aire sin protección, el agua se filtra por el pasillo e incluso está afectando a cuadros eléctricos, una situación que puede agravarse si, como está previsto, siga lloviendo.
Sin interés por parte de la Junta de Andalucía
Desde que se produjeron los daños por el temporal Bernard, han sido numerosos los intentos de Aurora Salvador de ponerse en contacto con la Delegación Territorial de Educación, concretamente con su responsable, Isabel Paredes, que no ha mostrado interés en solucionar el problema, argumentando su equipo técnico que son labores de conservación y que, por tanto, corresponde al Ayuntamiento acometer las reparaciones.
La alcaldesa ha lamentado que la Junta “intente eludir sus obligaciones en infraestructura educativa alegando la competencia que tiene el Ayuntamiento en la conservación de los colegios, pero no es éste el caso”.
Salvador ha hecho suyo el criterio técnico del servicio municipal de Infraestructuras, que grosso modo ha informado de que los trabajos que corresponden al Ayuntamiento están orientados al cuidado necesario para que el edificio pueda seguir funcionando adecuadamente para el fin proyectado, es decir, los trabajos de mantenimiento y conservación. Esto no se aplica a los trabajos que incluyen sustitución de materiales que
han llegado al final de su vida útil, y que deben ser sustituidos por otros materiales similares, con el fin de mantener las condiciones de seguridad, salubridad y ornato del edificio.
La alcaldesa concluye pidiendo públicamente a la delegada territorial, ante la imposibilidad de hacerlo personalmente, “que no se demore más en reconocer su obligación de acometer los trabajos necesarios, y que piense en el bienestar de las personas que integran la comunidad educativa de ambos centros”.