Una torre de vigilancia de socorrismo en la Playa de la Victoria de Cádiz la bandera roja que prohibe el baño izada y uan módulo de baño adaptado para personas con movilidad reducida en primer plano.
Cádiz ha izado dos días bandera roja que prohibe el baño por el mar de fondo, oleaje y la resaca. Foto: Eulogio García.

¿Por qué se ha producido este fenómeno del mar de fondo y el oleaje en Cádiz y hasta cuándo durará?

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El litoral de la provincia de Cádiz lleva desde este martes 27 de agosto con un intenso oleaje y mar de fondo, un fenómeno poco habitual que ha obligado a prohibir el baño en la capital y en muchas localidades en varias ocasiones y ha dejado daños en distintas playas de la provincia.

Las imágenes de olas rompiendo con violencia en paseos marítimos, el arrastre de pasarelas en Caños de Meca o los más de quince rescates del miércoles en la capital son solo algunos ejemplos de la magnitud del episodio.

Este jueves 29 de agosto, las playas de Cádiz capital han comenzado la jornada con bandera amarilla. El baño está permitido pero con riesgo, mientras los socorristas mantienen la atención puesta en la evolución de la jornada y, especialmente, en la pleamar y las horas de marea más alta, cuando el mar de fondo suele intensificarse y aumentar la peligrosidad en la orilla.

El origen: la tormenta Erin y las mareas vivas

La explicación hay que buscarla en el Atlántico Norte. Allí, el ciclón postropical Erin ha generado vientos de más de 100 km/h capaces de levantar un oleaje que viaja miles de kilómetros hasta alcanzar la península ibérica. Estas olas, largas, regulares y muy potentes, llegan a Cádiz en forma de mar de fondo: un oleaje que no depende del viento local, sino de perturbaciones lejanas.

En este caso, el fenómeno ha coincidido con las mareas vivas de finales de agosto, cuando la alineación del Sol, la Luna y la Tierra provoca pleamares especialmente altas y bajamares muy bajas. Esa combinación ha multiplicado la fuerza de las olas y ha hecho más peligrosas las corrientes de resaca en la orilla.

Imagen de un niño que ha sido arrastrado por una ola en la orilla de la Playa de la Victoria. A su lado, un adulto le advierte del peligro. De fondo se aprecia la Catedral de Cádiz y el mar agitado.

Un menor sorprendido por una ola en la orilla de la Playa de la Victoria, mientras la persona que lo acompaña le advierte del peligro.

Una costa vulnerable

El decano de la Facultad de Ciencias del Mar de la UCA, Javier Benavente, recuerda que este tipo de sucesos no son frecuentes, pero sí hay antecedentes, como el huracán Gordon en 2012, que obligó a realizar más de 300 rescates en playas gaditanas. “El problema es que aunque la playa parezca tranquila, en cualquier momento llega una serie más fuerte que arrastra hacia dentro”, advierte.

Las playas gaditanas, de pendiente suave y amplias zonas intermareales, son especialmente vulnerables a estas marejadas, ya que el agua puede avanzar más hacia tierra y sorprender a los bañistas en zonas que normalmente parecen seguras.

Hasta cuándo durará

La buena noticia es que las previsiones apuntan a una progresiva normalización durante el fin de semana. El coeficiente de mareas ha bajado ya a valores medios y bajos (49 este viernes, 38 el sábado, 29 el domingo), lo que suaviza la diferencia entre bajamar y pleamar.

Según Windguru, el oleaje se mantendrá hoy en torno a 1,2–1,5 metros, con un periodo de 11–13 segundos, pero debería ir disminuyendo a partir del sábado. Si no se producen nuevas perturbaciones en el Atlántico, el mar de fondo tenderá a perder fuerza y el estado del mar podría recuperar la normalidad a comienzos de la próxima semana.

Uno de los rescates de menores en la zona de Cortadura celebrado con aplausos por bañistas.

Uno de los rescates de menores en la zona de Cortadura celebrado con aplausos por bañistas.

Mirando al futuro

La Universidad de Cádiz pondrá en marcha en septiembre un proyecto pionero para predecir con hasta 72 horas de antelación la aparición de corrientes de resaca en playas de riesgo como El Palmar, Torre del Puerco o Santa María del Mar. El objetivo es mejorar la prevención y dar a los servicios de salvamento más margen de reacción en episodios como el actual.

Mientras tanto, las autoridades insisten en extremar la precaución: respetar las banderas, no usar colchonetas ni acercarse a espigones y, en caso de verse atrapado por una resaca, nadar en paralelo a la orilla hasta salir de la corriente.