
Reparan la pasarela dañada en la Punta del Boquerón, en San Fernando, y recuerdan la prohibición de caballos
El Parque Natural de la Bahía de Cádiz recuerda que los senderos son de uso peatonal y ciclista tras reparar los desperfectos causados en la pasarela de madera

El Parque Natural de la Bahía de Cádiz ha tenido que intervenir recientemente en el sendero de la Punta del Boquerón, en San Fernando, luego de que el paso de varios caballos provocara daños en un tramo de la pasarela de madera.
Los desperfectos, localizados en la zona del recorrido que conduce hacia la batería de Urrutia, fueron reparados el pasado viernes 10 de octubre, pero el incidente ha reavivado un viejo problema como es el incumplimiento de las normas por parte de algunos usuarios del espacio protegido.
Según informó el propio Parque Natural mediante de sus redes sociales, la cuadrilla encargada de la reparación confirmó que las roturas habían sido causadas directamente por el tránsito de caballos sobre esta estructura.
Las tablas de madera, pensadas para soportar el peso de peatones y bicicletas, pero no están diseñadas para resistir el impacto de animales de gran tamaño -con su peso-, lo que derivó en daños visibles en el pavimento del sendero.
Desde la administración del parque se ha querido incidir la gravedad de lo ocurrido, recordando que no está permitido el tránsito de caballos por los senderos de uso público.
La normativa vigente establece que estos caminos son exclusivos para uso peatonal y ciclista, y que no existe ninguna ruta ecuestre dentro de los límites del espacio natural.
Un problema recurrente en los senderos naturales en San Fernando
No es la primera vez que el Parque Natural se enfrenta a situaciones -habituales- de este tipo. En los últimos meses se han detectado varios casos de deterioro en diferentes tramos de senderos provocados por el paso de caballos.
Estos daños no solo afectan a las infraestructuras de madera o a la compactación del terreno, también generan residuos de tipo biológicos, como excrementos, que dificultan la experiencia de los visitantes y pueden suponer un riesgo para la seguridad.
“Son varios los senderos en los que hemos observado las consecuencias del paso de caballos: roturas en las maderas, desperfectos en la tierra compactada y restos biológicos a lo largo del recorrido”, explicaron desde el Parque Natural en su comunicado.
La entidad insiste en que estos factores deterioran las infraestructuras así como ponen en peligro la seguridad de las personas usuarias que disfrutan de la zona.
La Punta del Boquerón, declarada Monumento Natural en el año 2003, es uno de los enclaves más emblemáticos del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
Este bello entorno combina un alto valor ecológico con elementos patrimoniales de gran relevancia histórica, como la batería de Urrutia o la de San Genís, también para albergar especies de flora y fauna propias de los ecosistemas litorales gaditanos.
Precisamente por su fragilidad, el Parque insiste en que el cumplimiento estricto de las normas es esencial para preservar el equilibrio ambiental y garantizar que las instalaciones sigan siendo seguras y accesibles para todos.
Al respecto la dirección indicó que “con el fin de garantizar la conservación del entorno natural que todos disfrutamos, la seguridad de las personas usuarias y el correcto mantenimiento de las instalaciones, se ruega el cumplimiento estricto de las normas establecidas”.
El suceso ha servido para reabrir el debate sobre la convivencia entre ocio y conservación en los importantes espacios naturales. Desde el Parque se insiste en que las normas no buscan restringir el disfrute del entorno, sino compatibilizarlo con su preservación a largo plazo.
Las autoridades han reiterado su compromiso con la educación ambiental y el respeto a la biodiversidad, al tiempo que piden colaboración a visitantes y aficionados a la hípica para evitar que episodios como este se repitan.
Ya en el año 2022, el Parque Natural tuvo que emitir recordatorios similares después de detectar vuelos de parapentes con motor y otras actividades recreativas no permitidas sobre la Punta del Boquerón.
Este suceso llevó a potenciar la vigilancia y a recordar que cualquier actividad que altere la tranquilidad del entorno o suponga un riesgo para la fauna está prohibida.
En este nuevo caso, la rápida reparación de la pasarela ha evitado males mayores, pero el mensaje del Parque es claro y no es más que la conservación del patrimonio natural depende del respeto colectivo.

