
“Son mis lugares”: el pintor gaditano Benítez Gabriel inaugura hoy en Cádiz una muestra desde la memoria y la piel
La muestra ‘Locus Amoenus’ abre este lunes 4 de agosto en el Espacio Cultural Ancha, 16 y podrá visitarse hasta el 31. Un viaje íntimo por la luz del sur, los paisajes vividos y la memoria

El pintor gaditano Fernando Benítez Gabriel inaugura hoy a las 20:00 horas su nueva exposición Locus Amoenus en el Espacio Cultural Ancha, 16, organizada por la Fundación Municipal de Cultura. La muestra podrá visitarse hasta el 31 de agosto con horario de lunes a viernes de 11 a 14 h y de 18 a 21 h, y los sábados de 11 a 14 h.
“Lo que yo trato de plasmar son mis paraísos personales”, explica el autor a este medio. Y es que Locus Amoenus (expresión latina que alude a un lugar amable, sereno y natural) es, para Benítez Gabriel, “ese sitio donde uno encuentra la paz, más o menos… mis lugares, mi sitio”.
El pintor atiende a este medio con su tono habitual, entre la honestidad desarmante y el amor por el oficio. “Locus Amoenus ese lugar amable, el sitio de naturaleza donde uno encuentra la paz. Más o menos... mis lugares, mi sitio”.
El artista ha estructurado la exposición en tres ámbitos. El primero está dedicado a Córdoba, con dos cuadros de gran formato que condensan su vínculo con esa ciudad. El segundo, a Cádiz: “el mundo del mar, almadrabas, playas...”, describe. Y el tercero, más íntimo aún, gira en torno a los desnudos con su mujer, una constante en su obra reciente. “Ocupa gran parte de la muestra”, señala.
La exposicion se arma con obras ya finalizadas, que el artista ha reunido con sentido y coherencia. Su estilo es figurativo, claramente anclado en la tradición pictórica y escultórica andaluza, pero sin imposturas. “Me gusta pintar desde lo íntimo, con una mirada sensual, flamenca, urbana. Busco atrapar el color exacto de la luz del sur sobre la piel, la arena, los tejidos, las sombras”.
Locus Amoenus no busca idealizar. No es una evasión bucólica. Es, en palabras del propio artista, un refugio auténtico: “No se trata solo de saber pintarlo: se trata de haberlo vivido”.
En su obra, Cádiz y Córdoba no aparecen como postales, sino como escenarios profundamente personales. Hay quietud, agua, sombra. Hay escenas cotidianas que revelan una belleza sin artificio, sin pretensión. Hay cuerpos sensibles que no posan para nadie, sino que simplemente están. Hay arquitectura que respira.
Y hay una historia de amor. Los cuadros protagonizados por su mujer —algunos delicados, otros rotundos— no buscan universalidad, sino verdad. “Las fiestas, el erotismo, el paisaje que forman parte de este altar no son de todos ni tienen un precio económico, sino espiritual”, escribió para la exposición.
“He intentado que todo esté claro en las cartelas, para que la gente pueda entrar en mi mundo sin necesidad de intermediarios”. Ese mundo, el suyo, se ofrece ahora al público gaditano como una invitación sincera. A observar, a sentir, a recordar. Porque Locus Amoenus no es un sueño: es un lugar vivido, amado y compartido.
Nacido en Cádiz en 1973, Benítez Gabriel es hijo del recordado escultor Nando. Fue en el taller paterno donde se inició en las técnicas artísticas y en el contacto directo con la creación. Desde 2003 dirige la Galería de Arte Nando, heredando ese legado familiar que sigue presente en su forma de trabajar. Su obra pictórica se inscribe en la tradición figurativa andaluza, con una mirada sensual, flamenca y urbana que atrapa la luz del sur. “Para mí, el arte sigue siendo una forma de vida”, afirma.
Locus Amoenus no es, como él mismo dice, “una huida bucólica”, sino un territorio emocional, sincero, imperfecto y habitable. Un refugio que es también un acto de afirmación. Benítez Gabriel se muestra agradecido por poder mostrar su obra en su ciudad, aunque la espera haya sido larga. La muestra puede visitarse de lunes a viernes de 11 a 14 h y de 18 a 21 h, y los sábados por la mañana.