Dos operarios de Mantenimiento Urbano colocan uno de los guardacantones restaurados.
Dos operarios de Mantenimiento Urbano colocan uno de los guardacantones restaurados.

Una campaña municipal recupera y restaura los guardacantones de las calles de Cádiz

La iniciativa ha permitido restaurar cerca de 150 piezas de hierro fundido en apenas dos meses de trabajo

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Una campaña del Ayuntamiento de Cádiz para la restauración de guardacantones está devolviendo parte del brillo de estos elementos istóricos y tan peculiares a las calles del casco antiguo.

Estas piezas, fabricadas en hierro fundido entre los siglos XVIII y XX, eran elementos comunes en la arquitectura urbana gaditana: servían para proteger las esquinas del paso de carruajes y evitar daños en las fachadas. Muchas de ellas dañadas, ahora se esta´llevando a cabo esta restauración.

Estos guardacantones, convertidos en testigos del tiempo, recuperan parte de ese lustre con esta medida minuciosa del Ayuntamiento de Cádiz con la coordinación de la Delegación de Cultura y Mantenimiento Urbano y la colaboración del historiador Antonio Ramos Gil.

Los guardacantones —cañones reutilizados o piezas de fundición diseñadas como esquinales— forman parte del paisaje urbano gaditano desde hace siglos. Más allá de su función práctica, condensan la memoria de oficios y talleres que hicieron del hierro un arte cotidiano.

Su presencia, a ras de calle, ayuda a entender cómo se movía la ciudad cuando el tránsito de carros exigía proteger edificaciones y esquinas. Recuperarlos significa devolver identidad visual y continuidad histórica a las rutas más transitadas del casco antiguo.

La campaña, iniciada el 8 de septiembre, se ha desarrollado durante dos meses con un objetivo claro: restaurar y reponer piezas deterioradas o retiradas por seguridad. El proceso ha combinado limpieza, consolidación, protección y recolocación, priorizando la conservación del material original.

A día de hoy, el Ayuntamiento estima que alrededor del 80 por cientoo de las actuaciones previstas están ya ejecutadas, con un balance cercano a las 150 piezas recuperadas entre cañones y esquinales distribuidos por diferentes calles del centro histórico.

Piezas destacadas y firmas históricas

Entre las reposiciones sobresale el guardacantón situado en la calle Sagasta esquina Benjumeda, una obra fechada en 1899 y salida de la Fundición de A. Gaviño. Se trata de una pieza de dos cuerpos cuyo diseño incorpora volutas y relieves decorativos, ejemplo del detallismo que caracterizó a los fundidores gaditanos.

También se han recolocado los elementos de la calle Sacramento con Alcalá Galiano, reconocibles por sus líneas curvas incisas en la parte superior, y el esquinal de la calle Carmen Coronada con Vea Murguía, de traza sobria y remate en pequeña cornisa curvilínea.

El catálogo histórico documentado por el investigador Antonio Ramos Gil cifra en torno a 150 los esquinales de fundición conservados en la ciudad. Esa densidad patrimonial convierte a Cádiz en un referente para el estudio de estos elementos, que conectan el patrimonio material con historias de barrios, talleres y fundiciones locales.

Última fase: barrios y continuidad

Las tareas finales se concentran en los barrios de El Pópulo y Santa María, donde aún se interviene sobre varias piezas. La previsión municipal es concluir la campaña este mismo mes, completando así un ciclo de actuaciones que no solo repara elementos puntuales, sino que también sienta las bases para un mantenimiento continuo del mobiliario histórico.

En paralelo, se estudia ampliar el enfoque a otros elementos urbanos con valor patrimonial, con el objetivo de reforzar una imagen de ciudad que pone en valor su herencia material a través de intervenciones discretas pero altamente visibles para vecinos y visitantes.