
'Yo recuerdo aquel río', la exposición que hace revivir la riada que marcó a Chiclana hace 60 años
Las fotos inéditas de Paco Barberá que muestran cómo fue la riada de Chiclana en 1965

El Ayuntamiento de Chiclana, junto a la Asociación Filatélica ODA, la Asociación de Mayores Virgen de la Soledad y el fotógrafo Paco Barberá, ha inaugurado la exposición “Yo recuerdo aquel río”.
Se trata de una muestra conmemorativa que rinde homenaje a la riada del año 1965, uno de los episodios más significativos en la historia reciente del municipio.
El acto, celebrado en presencia del alcalde José María Román, reunió tanto a autoridades locales, artistas como vecinos que vivieron de cerca aquel suceso que marcó a toda una generación.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo día 30 de octubre, se enmarca dentro de los actos por el 60 aniversario de la riada de Chiclana, ofreciendo una mirada artística y documental sobre cómo aquel desastre natural transformó el paisaje urbano y la vida de sus habitantes.
La muestra se divide en dos partes claramente diferenciadas donde la primera de ellas recoge dibujos y obras de los mayores de la Asociación Virgen de la Soledad, quienes, con pinceles y recuerdos, plasman su visión de aquel río que se desbordó y que anegó calles y hogares.
A estas creaciones se suman piezas de los artistas Kapry y Ernesto Marín, que aportan una perspectiva más contemporánea a la memoria de la ciudad.
La segunda parte de la exposición tiene un enfoque filatélico y simbólico con una interesante colección procedente de Valencia, cedida especialmente para esta efeméride.
Este conjunto de sellos y documentos postales recuerda la riada del año 1957 en Valencia, que motivó la construcción de una gran obra hidráulica financiada mediante un recargo de 25 céntimos en los sellos.
Estos ejemplares históricos, expuestos en Chiclana, conectan dos tragedias que se encuentran separadas por el tiempo pero unidas por la solidaridad y la reconstrucción.
Un homenaje con historia y conciencia en Chiclana
Durante la inauguración, el regidor José María Román recordó su propia vivencia personal durante aquel 19 de octubre de 1965, cuando el desbordamiento del río arrasó buena parte del casco urbano.
“Se han hecho actuaciones importantes en el cauce, que hoy es más ancho y sin el antiguo meandro antes de llegar al caño de Sancti Petri”, dijo el alcalde, subrayando que, pese a las mejoras, “no sabemos qué puede ocurrir si vuelve a llover mucho en Medina”.
José María Román aprovechó el acto para recordar que el Estudio de Inundabilidad realizado por la Junta de Andalucía recomienda la construcción de dos presas de contención aguas arriba, como medida de prevención ante posibles avenidas de agua.
Con respecto a ello dijo que “esa es la tarea pendiente, y como alcalde mi obligación es insistir a la administración competente”.
La memoria fotográfica de Paco Barberá
Uno de los momentos más emotivos del acto fue la intervención del fotógrafo Paco Barberá, que vino a mostrar por primera vez al público las imágenes que tomó durante la riada, hace seis décadas.
De ello afirmó que “que mi primer reportaje profesional. Durante 60 años he guardado esos negativos, y gracias a José María puedo compartirlos hoy” visiblemente emocionado al ver cómo sus fotografías, se han convertido en testimonio histórico, formaban parte de esta exposición conmemorativa.
Manuel Manzorro, presidente de la Asociación Filatélica ODA, destacó el carácter participativo de este interesante proyecto pues que “hemos querido que la ciudadanía forme parte de esta exposición, aportando cuadros, vídeos, fotografías y poemas. Y desde la filatelia, hacemos también un guiño a la DANA que afectó a Valencia el pasado año”.
“Yo recuerdo aquel río” no es solo una exposición, va más allá y se convierte en un ejercicio colectivo de memoria, arte y reflexión. En sus muros se mezclan los recuerdos de quienes vivieron el miedo y la solidaridad de aquel octubre del año 1965 con el arte de nuevas generaciones que reinterpretan ese pasado.
Se trata de una llamativa propuesta que invita a mirar al río con respeto y a no olvidar las lecciones que la naturaleza y la historia han dejado en el municipio chiclanero.