El todavía obispo de Cádiz, Rafael Zornoza en una reunión de la Conferencia Episcopal. Foto: Vatican Media.
El todavía obispo de Cádiz, Rafael Zornoza en una reunión de la Conferencia Episcopal. Foto: Vatican Media.

Zornoza llega a la Plenaria de la Conferencia Episcopal todavía como obispo de Cádiz tras la denuncia de abusos

La Conferencia Episcopal inicia hoy su Asamblea en Madrid mientras la renuncia del obispo gaditano sigue sin ser aceptada

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La Conferencia Episcopal Española abre este martes 18 de noviembre su 128ª Asamblea Plenaria con un foco inevitable sobre el obispo de Cádiz. Rafael Zornoza continúa oficialmente como obispo de la diócesis tras la investigación abierta por el Vaticano a raíz de una denuncia por presuntos abusos sexuales a un menor en los años noventa.

El propio Obispado anunció la semana pasada que el prelado suspendía su agenda para tratarse un “cáncer agresivo”, por lo que a primera hora de este martes sigue sin saberse a ciencia cierta si asistirá a la reunión (se encuentra en Madrid) ni si Roma ha decidido ya sobre su continuidad, ya que hasta mediodía no habrá nuevo boletín del Vaticano.

La situación refuerza la sensación de limbo que se vive en la diócesis desde que se conoció, hace una semana, que el Vaticano había abierto una investigación por la denuncia de un exseminarista contra Zornoza por hechos ocurridos cuando era rector del seminario mayor de Getafe.

La investigación, encomendada al Tribunal de la Rota en la nunciatura de Madrid, solo lleva “quince días abierta”, según admitió ayer en Roma el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, tras reunirse con el papa León XIV.

En esa comparecencia ante los medios, Argüello confirmó que el Papa está informado del caso y que la renuncia de Zornoza, presentada el 31 de julio de 2024 al cumplir los 75 años, “podría ser aceptada próximamente”.

Pero dejó claro que no hay ni fecha ni forma decididas: “Nos han transmitido que quizá sea aceptada. Que va a ser aceptada y diciéndonos el día y la hora, no; que puede ser aceptada, sí”, resumió el arzobispo de Valladolid.

Desde Cádiz, la lectura es amarga: la diócesis lleva más de un año esperando un nuevo obispo por la jubilación canónica del actual titular, y ahora ve cómo la resolución se enreda en el escándalo por la denuncia de abusos.

El Obispado anunció la semana pasada que Zornoza suspendía “temporalmente su agenda” para colaborar con la investigación y seguir tratamiento médico, y diversas informaciones lo sitúan en Madrid, fuera de la diócesis, mientras la Iglesia española se reúne en la calle Añastro con su nombre convertidos en el gran elefante en la sala.

Una Plenaria marcada por Cádiz, aunque no figure en el orden del día

Oficialmente, el orden del día de la Asamblea Plenaria incluye las líneas pastorales para 2026-2030, el informe del plan de reparación a víctimas de abusos (PRIVA), cuestiones económicas, la situación de los seminarios, la aplicación de la sinodalidad y otros asuntos internos de la Conferencia Episcopal.

Pero, como ya apuntaban medios especializados en días anteriores, el caso del obispo de Cádiz ha terminado por salpicar todas las agendas. Zornoza, por tanto,  podría sentarse en su sillón como obispo de Cádiz y Ceuta, aunque realmente nadie espera realmente verlo entrar en la sede episcopal madrileña.

La propia gestión de los tiempos ha generado malestar también entre víctimas y colectivos críticos. El País ha recordado que la denuncia llegó al Vaticano a comienzos del verano, pero la apertura formal del procedimiento canónico se produjo solo hace dos semanas, y no se ha aplicado hasta ahora ninguna medida cautelar de apartamiento. Además, Zornoza presentó antes del verano su renuncia al cumplir la edad máxima para ejercer como obispo, pero tampoco se ha acerlerado esta decisión. Hasta ahora.

Argüello respondió a estas críticas insistiendo en que “los procesos casi siempre son lentos porque son garantistas” y reiteró la coexistencia del derecho de las víctimas a denunciar con el derecho a la presunción de inocencia del acusado.