Plato con seis croquetas y una de ellas partida en dos mostrando la masa.
Plato con croquetas.

Estas son las croquetas congeladas que arrasan en los supermercados este año

OCU revela cuáles son las mejores croquetas congeladas del supermercado en 2025

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Sabrosas, cremosas y listas en minutos, las croquetas congeladas se han convertido en un imprescindible de dentro de los bares, restaurantes y hogares españoles. Su éxito no solo se debe a la comodidad, sino también a una industria que ha sabido mantener la tradición y elevar la calidad de este bocado tan nuestro.

Las croquetas son mucho más que una simple tapa ya que representan la cocina de aprovechamiento, el ingenio doméstico y el sabor de la tradición.

Con el paso del tiempo, han pasado del recetario familiar a las vitrinas de los supermercados, en las que las versiones congeladas han conquistado tanto al público como a los profesionales de la hostelería.

Lejos de ser una moda pasajera, las croquetas han logrado adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia: cremosas por dentro, crujientes por fuera y siempre irresistibles.

De la abuela al chef: la croqueta como icono nacional

Las croquetas de jamón, las de pollo, las de setas o las de cocido han sido, durante décadas, símbolo del ingenio popular en tiempos de escasez.

Aquellas recetas que las abuelas preparaban para aprovechar las sobras hoy son parte fundamental de la alta cocina.

Restaurantes como Santerra, Cañitas Maite o el del chef Iván Cerdeño han llevado este humilde plato a la categoría de arte, conquistando títulos como la Mejor Croqueta de Jamón del Mundo en el certamen de Madrid Fusión.

Sin embargo, la pasión por la croqueta no se limita a los fogones de los grandes chefs. En bares de barrio y restaurantes de menú diario, la mayoría de las croquetas que llegan al comensal provienen de la llamada quinta gama: productos congelados de alta calidad listos para freír.

El auge de la croqueta congelada

El secreto de su éxito está en la combinación entre la tradición artesanal y la producción industrial controlada. Elaborar croquetas requiere tiempo y precisión para preparar la masa, dejarla reposar, bolearla y rebozarla correctamente.

Por eso, cada vez más locales confían en empresas especializadas que garantizan resultados homogéneos y una textura perfecta.

En España, la empresa Audens Food, con sede en Barcelona, es una de las grandes protagonistas del sector. Según datos publicados en El Diario, fabrica más de 600 millones de croquetas al año, esto se traduce, más de 1,5 millones de unidades diarias.

Muchas de ellas terminan en los congeladores de supermercados como Mercadona o Carrefour, bajo lo que son las marcas blancas.

También destacan Benetan, del Grupo Gourmet Okin, que produce las croquetas congeladas de Día, y Fridela, con sede en Navarra, estando especializada en precocinados artesanos que se distribuyen en Alcampo y en otros grandes establecimientos.

¿Cuáles son las mejores croquetas congeladas del supermercado?

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) elaboró un ranking con las mejores croquetas congeladas que se podían encontrar en el supermercado, tanto en la categoría de jamón como en la de cocido.

En el primer caso, la Croqueta de Jamón Fridela (Alcampo) consiguió el primer puesto con 61 puntos, seguida de La Cocinera (60) y Maheso (59). En la categoría de Croqueta de Cocido, el liderazgo fue para La Cocinera, con 61 puntos, seguida de Mercadona (58) y Maheso (55).

Además, el mercado gourmet también ha visto crecer opciones que son más exclusivas. Las croquetas de Oído Cocina, premiadas por el Instituto Internacional del Sabor y la Calidad de Bruselas, y las Croquetas de Senén, disponibles en el Club del Gourmet de El Corte Inglés, vienen a demostrar que incluso en formato congelado se puede aspirar a la excelencia gastronómica.

En la actualidad las croquetas congeladas son sinónimo de comodidad sin renunciar al sabor casero. Su versatilidad las convierte en protagonistas tanto de menús caseros como en las cartas de restaurante.

Desde las tradicionales de jamón hasta las innovadoras de chipirón o de espinacas o boletus, su reinvención es constante mantiene viva una tradición que sigue conquistando paladares generación tras generación.