Plato azul con macarrones y un cubierto al lado.
Plato de macarrones.

Estos son los macarrones más saludables del supermercado y el detalle que casi nadie mira en la etiqueta

El error más común al comprar macarrones “integrales” que podrían no serlo

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Cada vez más consumidores buscan opciones de pasta más saludables, pero no todas las que se anuncian como “integrales” lo son realmente. Expertos en nutrición explican cómo identificar los auténticos macarrones integrales y por qué son mejores para nuestra salud.

En los estantes de cualquier supermercado se pueden encontrar macarrones de todos los tipos como pudieran ser al huevo, multicereal, de espinacas o los clásicos de trigo.

No obstante detrás de los colores y los reclamos publicitarios y promocionales se esconde una realidad menos evidente: no todas las pastas “integrales” lo son en sentido nutricional. Elegir bien puede marcar una gran diferencia en la calidad de nuestra alimentación.

Según la farmacéutica y divulgadora Marián García, más conocida como Boticaria García, autora del libro "El jamón de York no existe" (La Esfera de los Libros), los macarrones realmente saludables son los hechos, elaborados, con sémola integral de trigo duro.

Serían aquellos que conservan las tres partes del grano original como el salvado, el germen y el endospermo. Durante el proceso de refinado, las harinas pierden el salvado y gran parte de la fibra, lo que reduce de forma significativa su valor nutricional.

Los macarrones y la importancia de la fibra y los granos integrales

Los granos integrales aportan fibra dietética, que ayuda a regular el tránsito intestinal y mantiene los niveles de glucosa en sangre que resultan más estables.

A diferencia de las pastas refinadas, que provocan picos de azúcar, las integrales liberan la energía de forma más gradual, esto contribuye a una sensación de saciedad más duradera.

Igualmente esta fibra tiene un papel protector frente a diversas enfermedades. Miguel Ángel Martínez-González, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, señala que los granos integrales pueden reducir el riesgo de infarto y de enfermedades de tipo cardiovascular, ya que ayudan a prevenir la formación de pequeños coágulos y a controlar los niveles de colesterol.

El experto también destaca que los elementos fitoquímicos y minerales presentes en la harina integral, como el magnesio, el selenio o el cobre, tienen un efecto antioxidante y protector frente a diferentes tipos de cáncer. Estos beneficios se pierden casi por completo cuando el cereal se refina y se elimina el salvado.

Cómo identificar una pasta realmente integral

Una de las principales confusiones entre los consumidores surge por el etiquetado. Muchos productos utilizan términos tales como “rico en fibra” o “con salvado”, pero eso no garantiza que sean integrales. La clave fundamental, según la Boticaria García, está en leer con atención la lista de ingredientes.

Las “palabras mágicas” que deben aparecer en la información es “sémola integral de trigo duro” o “sémola integral de [+nombre del cereal]”.

En cambio, si el envase indica “sémola de trigo duro y salvado integral”, significa que el producto no es integral en su totalidad, tiene realmente mezcla de harina refinada a la que se ha añadido salvado posteriormente. Aunque pueda parecer lo mismo, su composición y beneficios nutricionales son muy distintos.

Este detalle es básico, ya que la normativa permite utilizar la palabra “integral” en el envase incluso cuando el porcentaje de harina integral es bajo. Por eso, no basta con fiarse de la apariencia o del color más oscuro de la pasta, ni de las imágenes de espigas o verduras que habitualmente suelen acompañar al etiquetado.

La elección de una pasta integral no solo mejora la calidad de la dieta, sino que puede tener efectos más positivos a largo plazo en la salud. Martínez-González recuerda que “los estudios epidemiológicos demuestran que sustituir el pan blanco por pan integral —y, por extensión, a todas las pastas refinadas por integrales— se asocia con una reducción del riesgo de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares”.

En un contexto en el que la industria alimentaria da una enorme variedad de productos, el consejo de los expertos es evidente como mirar la lista de ingredientes antes que el diseño del envase.

Los macarrones más saludables no siempre son los más llamativos, son solo aquellos que conservan la integridad del grano y respetan su composición natural.