Vaso de leche de vaca y de soja, destaca la diferencia de color.
Vaso de soja y de leche.

Leche o bebida de soja, el error que comete mucha gente al pensar que son iguales

La verdad sobre la bebida de soja: por qué no es lo mismo que la leche de vaca

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A simple vista, la leche de vaca y la bebida de soja parecen ocupar, aparentemente, el mismo lugar en la mesa. Ambas se añaden al café, al cereal o se usan en recetas, y muchas personas optan por la segunda como alternativa vegetal.

No obstante, los expertos en nutrición insisten en que se trata de productos distintos, con perfiles nutricionales y funciones diferentes. La confusión, frecuente por motivos de salud, ética o medioambiente, ha generado la idea errónea de ser equivalentes.

La principal coincidencia entre la leche y la bebida de soja está en su aporte proteico. Ambas contienen alrededor de un 3 % de proteínas, aportando los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita para construir tejidos y mantener funciones vitales.

Este valor convierte a la bebida de soja en la opción vegetal más completa desde el punto de vista proteico, superando a otras bebidas vegetales como pudieran ser la de avena o la de almendra.

Diferencias importantes en su composición: Soja vs. Leche

Pese a esa similitud, las diferencias nutricionales son más que notables y conviene conocerlas para elegir con criterio.

Materia grasa y perfil lipídico: Mientras que una leche semidesnatada contiene entre 1,5 % y 1,8 % de grasa, la bebida de soja aporta en promedio 1,6 %, pero la calidad de esas grasas es bien distinta.

En la bebida vegetal predominan los ácidos grasos poliinsaturados, sobre todo el linoleico, considerados más saludables que las grasas saturadas presentes en la leche de vaca. Esta composición puede ser beneficiosa para la salud cardiovascular, aunque también depende del resto de la dieta.

Azúcares añadidos: Otra diferencia importante radica en el contenido de azúcares añadidos. Muchas bebidas de soja comerciales añaden cerca de un 2 % de azúcares para mejorar su sabor, lo que puede suponer un consumo no despreciable si se toman a diario.

Por todo ello, los nutricionistas recomiendan optar por versiones sin azúcares añadidos. En cambio, la leche de vaca contiene lactosa, un azúcar natural en una proporción del 4,6 %, que no se considera perjudicial para la salud en personas sin intolerancia.

Calcio y vitaminas: Donde la bebida de soja presenta más limitaciones es en su contenido de calcio y vitaminas. La leche añade de forma natural vitaminas A, D, B2 y B12, además de calcio biodisponible.

Las bebidas de soja, en cambio, carecen de estos nutrientes de forma natural, por lo que suelen enriquecerse de forma artificial para acercarse al perfil nutricional de la leche. Las versiones fortificadas son, de hecho, las únicas recomendadas por entidades como la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos o la Academia Estadounidense de Pediatría.

¿Qué opción elegir?

La elección entre leche y bebida de soja depende, está en función de las necesidades individuales. La leche de vaca sigue siendo un alimento completo, especialmente útil para cubrir el aporte de calcio y vitaminas.

La bebida de soja enriquecida, por su parte, es una alternativa válida para quienes no consumen productos de origen animal o que se presentan intolerancia a la lactosa. Pero ninguna de las dos es adecuada para niños menores de un año, etapa en la que se recomienda exclusivamente leche materna o de fórmula.

Aunque la bebida de soja se haya popularizado como sustituto de la leche, ambas cumplen funciones distintas en la dieta. La clave fundamental está en informarse, leer las etiquetas y escoger la opción que mejor se adapte a las necesidades nutricionales de cada persona.