Plegaria y rezo al brazo de Jesucristo

Brazo Poderoso de Jesús: la oración que abre caminos en momentos imposibles

Por qué la oración al Brazo Poderoso es considerada milagrosa

Aurora Castro Diaz
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Cuando se cree que todas las puertas se han cerrado es cuando surge esa llamada interna para elevar esa plegaria y que se resuelvan todos aquellos problemas que en verdad te afligen.

Una de las más eficaces es la oración al brazo poderoso, aquella que debe darte ese favor y ayuda, no dejarte desamparada/o y poder salir adelante.

En muchos casos se suele hacer cuando la persona está realmente desesperada y no encuentra otra salida más que esa.

De esta forma nos encontramos que suele rezarse para lograr todo aquello que es difícil o imposible -en la creencia o ánimo de la persona- y que debe hacer con fe y la convicción que todo se puede solucionar, que todo puede revertir. Así debe ser acompañada por tres Padrenuestro, tres Ave María y tres Gloria.

Debe procurarse un lugar tranquilo donde comenzar el rezo, donde no se vaya a ser molestada/o.

 La oración dice así:

¡Oh Señor hoy te rezo para alcanzar tu divinidad y tu Gloria, para que tu brazo poderoso me ayuda, tengo fe en ti y en que no me desampares, busco tu ayuda y tu consuelo en estos momentos fatales que vivo y en esta situación tan difícil.

No me abandones, que tu presencia esté conmigo, que se abran las puertas que se han cerrado y que el camino aparezca de nuevo ante mí.

Que el brazo poderoso de Jesús lo haga posible y me de aquello que necesito y que reconfortará mi alma, que me dará la tranquilidad que quiero, la que pido y la que siempre concede. Te ruego que atiendas mi súplica y me concedas [aquí se realiza la petición, tres cosas difíciles, por la que se reza].

Prometo que siempre estaré contigo, que seré tu más humilde sierva/o. Dígnate a ayudar a este/a pecador/a que hoy se postra ante ti con el corazón afligido y no me abandone, que no sienta el desamparo y que mi alma reciba tu Luz.

Te ruego Señor que me concedas este gran favor, esta petición, que tu brazo poderoso me asista y que luche junto a mí en esta gran batalla que estoy librando. No permitas que el mal o el daño me alcance, no permitas que mi alma afligida siga sufriendo.

Hoy te pido perdón por todos mis pecados, por todas aquellas faltas que requieren del perdón y de tu indulgencia.

Que mi alma quede libre de pecados y con esa pureza me ayudes en esta gran tribulación que tengo. Ante ti me postro arrepentido/a, me humillo ante ti y renuncio a todo aquello que es el Mal o la fuerza del mal, lo maligno, que no me alcance su influjo y siempre esté bajo tu manto protector.

Perdono a todo aquel que me haya hecho daño o haya obrado contra mí y pido ante ti esa ayuda que me es tan necesaria.

Hoy acudo a ti para sanarme, para fortalecer mi espíritu, para que aquello que me afecta se solucione gracias que tu manto protector me protege.

Te doy las gracias por todo ello, por estar junto a mí en estos momentos malos y por saber que recibiré esa ayuda que vos concedéis.

Mi cuerpo y mi espíritu te lo agradecerán siempre así como fomentarán tu devoción y lo milagrosa que es esta oración a tu brazo poderoso.

Deseo, Señor, que me cubras con tu manto y con tu presencia y que me alcance el poder del Espíritu Santo para tener tu bendición y la de Dios, para que cada día estés presente en mi vida y para que no me abandones.

Te pido que me ayudes [repetir aquí la petición].

Que este milagro se me conceda como muestra del poder de Dios y que, por difícil que pueda parecer, se logre. Te prometo siempre rezar y ser fiel a ti Señor, que este corazón afligido se recupere y en señal de ello te muestre todo su agradecimiento. Amén.

Se trata de una oración que debe rezarse durante quince días comenzando un viernes, hay que apartarse, tener ese lugar tranquilo y elevar esta plegaria, sintiendo la oración, cada palabra que se verbaliza, cada gesto.

Recordar rezar junto a las tres oraciones principales así como es bueno siempre poner una vela, que sea señal de respeto y de ofrenda que refuerce el poder de la oración que debe estar llamada a mover esa ayuda divina que has solicitado.

La oración al brazo poderoso es, sin duda, una de las más fuertes que podemos encontrar y que se ve reflejada en esa ayuda que muchas personas ya han recibido tras haberla rezado, tras haber recibido las indicaciones y que son ya parte de aquellos que han fomentado esta devoción.

Es importante que se conozca y que se rece cuando se cree que todas las opciones están perdidas, por aquellas causas que se creen imposibles.

Una oración menor al brazo poderoso

Qué le brazo poderoso esté conmigo y que Jesús me ayude, tengo fe en Él y mi alma necesita que me consuele.

No me dejes y no me desampares, abre esas puertas que hoy permanecen cerradas y dame esa paz que tanto necesito.

Hoy te pido [Se deben pedir tres cosas muy difíciles y se debe rezas junto a tres Padrenuestros.

Señor, hoy te ruego que me ayudes y que atiendas a la súplica de mi corazón que está muy afligido y que se resiente ante los golpes que le da la vida.

Siempre he tenido fe en ti y sé que intervendrás y me ayudarás en ello. Te lo suplico: ayúdame y no me dejes. Gracias Señor. Amén.

Si se pide por otra persona es aconsejable que él/ella también la rece -si las condiciones lo permiten- para que tenga más efecto. Es una oración poderosa que te ayudará, rézala con fe.

Más allá de las palabras, la Oración al Brazo Poderoso se convierte en un refugio de fe para quienes atraviesan pruebas difíciles. Cada vez que se recita con devoción, renueva la confianza en el poder divino y en la protección de Jesucristo.