jeroliglico egipcio
Foto: Archivo.

El misterioso hallazgo bajo la arena egipcia que revoluciona el estudio de los jeroglíficos

Una nueva inscripción de la época de Ptolomeo III sorprende a los expertos

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En Tell el-Pharaon (también conocida como Imet), en la gobernación de Sharqia, Egipto, arqueólogos han desenterrado una estela de piedra arenisca de unos 2.200 años de antigüedad que contiene una versión completamente nueva del Decreto de Canopo, emitido por Ptolomeo III Evergetes en el año 238 a.C.

Este hallazgo es único en su tipo desde hace más de siglo y medio porque la inscripción está grabada solo en jeroglíficos, sin versiones en griego o demótico como ocurría en otras estelas conocidas.

Un decreto antiguo con excepciones sorprendentes

El Decreto de Canopo fue concebido para honrar a la familia real de Ptolomeo III —en especial su esposa Berenice II y su hija recientemente fallecida— y para reforzar el vínculo entre el monarca, los sumos sacerdotes y los templos egipcios.

Se redactaba normalmente en tres escrituras: jeroglífica (para el ritual y lo religioso), demótica y griega (para temas administrativos y para comunicar el mensaje al público helenizado)

La estela recién encontrada mide aproximadamente 127,5 cm de alto, por 83 cm de ancho, y tiene un grosor cercano a los 48 centímetros.

Su parte superior tiene diseño redondeado, adornado con un disco solar alado flanqueado por dos cobras reales (uraei) que llevan las coronas del Alto y Bajo Egipto, símbolos de la unificación de las “Dos Tierras”.

Entre ellas se halla la inscripción “Di-Ankh”, que se interpreta como “El que da la vida” o similar, un señalamiento con fuerte carga simbólica.

El texto cuenta con unas 30 líneas jeroglíficas talladas con precisión en relieve, muy bien conservadas, lo que permitirá un estudio más claro de su estilo epigráfico y lingüístico.

Qué contenido arroja sobre política, religión y sociedad

El decreto aborda temas religiosos, políticos y administrativos. Incluye donativos reales a diversos templos, medidas fiscales como la reducción de impuestos en años en que el Nilo no inundaba suficientemente, lo que afectaba la agricultura, menciones a festivales religiosos, y la creación de nuevos rangos sacerdotales vinculados directamente con la familia real.

Un detalle especialmente relevante es la inclusión de una iniciativa de calendario bisiesto: la propuesta de añadir un día extra cada cuatro años para armonizar las celebraciones religiosas con los ciclos astronómicos.

Aunque esta reforma no se aplicó inmediatamente de forma generalizada, anticipa ideas que posteriormente se adoptarían en calendarios más modernos.

El decreto también reitera la deificación de la hija de Ptolomeo III (y de Berenice), tratándola como una figura divina dentro del culto real, lo que subraya una práctica corriente en la época helenística de mezclar legitimación política con ritual religioso.

Importancia lingüística y epigráfica

El hecho de que esta nueva copia esté solamente en jeroglíficos la hace excepcional. Permite estudiar cómo se expresaba exclusivamente en escritura religiosa, sin el “ruido” que pudieran introducir traducciones o variaciones en griego o demótico.

Esto puede dar pistas sobre variaciones regionales: quizás en ciertos templos o comunidades se prefiriera conservar la tradición jeroglífica intacta, mientras que en otros contextos el uso de múltiples escrituras era la norma para asegurar que el decreto fuese comprendido por diferentes sectores sociales.

Además, al estar bien conservada y completa, esta copia servirá para afinar el entendimiento de estructuras gramaticales antiguas, vocabulario ritual, fórmulas ceremoniales, y quizá revelar variantes lingüísticas u ortográficas hasta ahora desconocidas.

Un descubrimiento que revitaliza la arqueología del Delta oriental

Tell el-Pharaon / Tell el-Faraïn (Imet) ya era un enclave de gran importancia antigua, con restos de templos, edificaciones reales y devocionales, particularmente del periodo ptolemaico.

El nuevo hallazgo refuerza la idea de que esta zona, en la gobernación de Sharqia, aún conserva muchos vestigios fundamentales de la historia egipcia que no se han explorado completamente.

Las autoridades arqueológicas egipcias han señalado que es “el descubrimiento más significativo de su tipo en más de 150 años”.

  • ¿Cómo influyó esta única versión jeroglífica pura en el poder simbólico del faraón entre los sacerdotes y poblaciones cultivadas?
  • ¿Por qué en este caso no se utilizó griego ni demótico, quebrando la práctica habitual del decreto trilingüe?
  • ¿Qué variaciones regionales existen entre las copias de este decreto en otros sitios (Tanis, Kom el-Hisn, Tell Basta, etc.) en términos de forma, contenido efímero, estilo épigrafico?
  • ¿Cuál fue la recepción social y religiosa para este decreto íntegro, y cuánto impacto real tuvo en las comunidades locales?

Este descubrimiento demuestra que aún bajo la arena del Nilo hay piezas capaces de desafiar nuestra comprensión histórica. Una estela de piedra puede reescribir lo que sabíamos, ajustar cronologías, reinterpretar símbolos y dar voz a prácticas cuyos rastros literarios o fragmentarios apenas habían sido descifrados.